"Será por esas cosas de las conjunciones planetarias [en referencia a una frase poco afortunada de Leire Pajín], pero nos hemos quedado de piedra". Así han comentado a este diario e-Xclusivo fuentes asociativas de la Benemérita la noticia de que desde el pasado mes de enero hay guardias civiles en Irak.
La sorprendente noticia la confirmó ayer el secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, a preguntas del diputado del PP Ignacio Cosidó, confirmando algo que se ha llevado en absoluto secreto: que ya hay guardias civiles operando en Irak.
La noticia ha dejado perplejas a las asociaciones de la Benemérita, que no tenían ni idea de que agentes del Cuerpo habían sido seleccionados -en secreto, claro- y enviados a una de las zonas más peligrosas y conflictivas del planeta, después de Afganistán. Y, precisamente, de una zona de la que el Gobierno Zapatero sacó a las tropas españolas que operaban con británicos y norteamericanos.
La Unión de Oficiales de la Guardia Civil, por ejemplo, desconocía tales envíos -"ni siquiera lo sabíamos a nivel de chascarrillo"- y ha emitido una dura nota en la que afirman que "el procedimiento normal cuando se va a participar en una misión internacional es realizar una convocatoria pública para que todos aquellos interesados que cumplan los requisitos exigidos puedan concursar. De este modo, se da la oportunidad a todos los miembros del Cuerpo, además de propiciar que puedan ser seleccionados los que cuentan con más y mejores méritos".
Sin embargo, en esta ocasión el Ministerio del Interior no se ha seguido el procedimiento habitual, acaso por temor a la opinión pública, llevándose con tal secretismo que "no conocemos ni el alcance ni los requisitos para el desempeño de la citada misión".
Para la Unión de Oficiales, así como para otras asociaciones del Cuerpo, el extremado sigilo y discreción con el que se ha procedido solo tiene explicación "en el interés del Gobierno por mantener oculto a la opinión pública esta nueva participación española en una misión en Irak".
No se puede olvidar que la retirada de las tropas del país fue una de las propuestas más carismáticas del programa electoral que llevó a Zapatero a la Presidencia y supone una evidente paradoja enviar ahora, en las actuales circunstancias, a Guardias Civiles a Irak.
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