En la calle Mayor casi esquina con Bailén, sede del Consejo de Estado, pocas veces se había visto tanto coche oficial junto…ni tantos escoltas esperando en la puerta a sus ‘jefes’. Y es que el solemne acto de toma de posesión de
María Teresa Fernández de la Vega como miembro permanente del Consejo Estado cosechó un lleno -casi- total de personalidades, diputados y altos cargos de la Moncloa, entre ellos algunos de sus antiguos asesores en el ministerio de Presidencia.
Además de su sucesor en el Gobierno,
Alfredo Pérez Rubalcaba, asistieron cinco ministros:
José Blanco (Fomento);
Ramón Jáuregui (Presidencia);
Valeriano Gómez (Trabajo);
Francisco Caamaño (Justicia) y
Ángeles González-Sinde (Cultura).
También estuvieron el presidente del Congreso, José Bono; el del Tribunal Supremo,
Carlos Dívar; la presidenta del Tribunal Constitucional,
María Emilia Casas, y el presidente de la Comisión Constitucional del Congreso y ex vicepresidente del Gobierno,
Alfonso Guerra. Casi todos se marcharon nada más acabar la ceremonia, salvo el nuevo titular de Trabajo que se quedó un rato al cóctel que se ofreció posteriormente. Valeriano Gómez fue objeto de numerosas felicitaciones por su ‘aterrizaje’ en el Gobierno y recibió no menos alabanzas por la entrevista que había realizado poco después de su nombramiento con Iñaki Gabilondo, que al parecer todo el mundo vio.
Pero también se quedaron a compartir ese ratito con De la Vega el ex ministro de Justicia,
Mariano Fernández Bermejo – que nos confesó que “vive mejor” sin esa responsabilidad-; la ex ministra de Igualdad ,
Bibiana Aído; la secretaria de Estado para Iberoamérica,
Soraya Rodríguez; ex diputadas como
Amparo Rubiales o
Rosa Conde; y senadoras como
Carmen Alborch, todas ellas amigas personales de la ex vicepresidenta. Tampoco faltaron destacados miembros de la carrera judicial y de la magistratura como la vocal del CGPJ
Margarita Robles. o la portavoz de éste órgano, Gabriela Bravo.
El único representante del PP que se dejó caer por allí fue
Federico Trillo que compartió unos ‘amigables’ minutos de charla con De la Vega, Rubalcaba y Jáuregui, saliendo escopetado enseguida del acto.
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