La brecha abierta entre el ex secretario general de CCOO, Antonio Gutiérrez, y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, estuvo a punto de hacerse insalvable este verano cuando le presentó su dimisión como diputado y presidente de la Comisión de Economía de Congreso. Así lo desveló el diputado por Madrid del PSOE en un acto en la Universidad Complutense de Madrid en el que participó junto a otro histórico sindicalista, Nicolás Redondo, artífice de las otras huelgas generales que sufrió el Gobierno de Felipe González.
La noticia la ha confirmado el propio Gutiérrez a este diario, explicando que Zapatero le pidió entonces que continuara en el Congreso y le aseguró que quería seguir contando con su colaboración y con su experiencia. El nombre del ex dirigente sindicalista fue barajado al inicio de la primera legislatura como posible ministro de Trabajo, un puesto que precisamente el presidente deberá cubrir en breve para sustituir a Celestino Corbacho que, como se sabe, concurre a las elecciones catalanas.
En aquella ocasión, y pese a que el líder del PSOE le colocó en su lista por Madrid como un ‘fichaje estrella’, Zapatero no le nombró ministro y se limitó a situarle en la presidencia de la Comisión de Economía, un cargo bien remunerado pero con escaso protagonismo.
Pero duarnte esta legislatura sus discrepancias con la política emprendida por el Gobierno han ido en aumento y le han alejado poco a poco del líder socialista hasta el punto de que fue sancionado por no votar a favor de la reforma laboral cuando fue debatida en el Congreso.
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