Contador gana una etapa, pero falta mucha carrera

El mejor ciclista del mundo, pongamos que se habla/escribe de Alberto Conbtador, ha ganado una etapa en su lucha porque le exculpen del positivo que dio -todo hace pensar que involuntariamente- por clembuterol en el pasado Tour de Francia. Pero, por desgracia, la decisión del Comité de la Federación Española de Ciclismo, a quien correspondía oficialmente, de aplicarle la eximente de esa involuntariedad del deportista y cambiar su veredicto inicial que le castigaba con un año de suspensión, es sólo un primer paso. Eso sí, le permitrá al campeonísimo volver a la carretera ya, incluso esta semana con la Vuelta al Algarve que se apuntó las dos últimas campañas. Y también al Giro y el Tour, pero...

Pero la carrera jurídica no ha hecho sino cubrir una más de sus batallas, de las múltiples y peligrosas que aún le restan. Porque, aunque no se han pronunciado de manera oficial, es seguro que tanto la Unión Ciclista Internacional (UCI) como la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) van a recurrir esta sentencia federativa española para, como mínimo, volver a suspender a Contador por un año. Y en caso de que no lo consigan, les queda otra bala en la recámara, el Tribunal de Arbitraje (TAS). Y no olvidemos que estos tres organismos fallaron en contra de otro extraordinario ciclista hispano por la 'Operación Puerto', Alejandro Valverde, hasta usando triquiñuelas -el sumario era secreto pero consiguieron una copia de su ADN de forma irregular- hasta apartarlo de las competiciones dos años.

Y, lo que es peor, robándole las carreras que había ganado en los últimos meses mientras la sentencia no era definitiva. Tal es el peligo añadido para Contador, porque si finalmente le condenan, aunque sea sólo un año, pederá sus triunfos, incluidos Giro y Tour, en su caso -en la ronda francesa también perdería la que ganó en  la carretera en 2010-. De modo que las espadas están en alto y amenazan con caer sobre la cabeza deportiva del de Pinto, cuyo problema es que la normativa que puede condenarle es absolutamente injusta. No distingue de cantidades de clembuterol -esos ridículos 50 picogramos-, ni de volutariedad o no de quien lo toma, aunque sea en un filete como aduce Contador y tiene la máxima credibilidad. En cuyo caso, la sanción sería injustísima e inmoral, sí, pero medianamente legal. Y a esa chincheta en la carretera del larguísimo lío del filete contaminado se van a agarrar UCI, AMA y TAS, por desgracia. De modo que estamos contentos porque la Federación haya creído, con argumentos jurídicos, a Contador, sí. Pero es sólo una batalla y la guerra es larga y peligrosa, muy peligrosa. ¡Suerte, campeonísimo!

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