Francia no se quita la amenaza del terrorismo islamista. Un incidente que es fácil achacarlo a esta autoría, como opina el alcalde de París, ha acontecido en la mañana de este miércoles en las afueras de la capital francesa, donde un grupo de militares precisamente de vigilancia antiterrorista ha sido atropellado por el conductor de un coche que se dio inmediatamnete a la fuga. Aunque no hay muertos, seis de los soldados resultaron heridos, dos de ellos graves. Horas después las autoridades informaban de la detención del que sospechan que fue el autor de los hechos.
La amenaza se centra muy fundamentalmente en el grupo especializado de soldados que pasean por las principales ciudades galas en prevención de nuevos ataques armados o de los que desgraciadamente se han puesto de moda: los atropellos. Como el de este miércoles cuando los ocho atropellados iban a iniciar su habitual ronda, en el barrio de Levallois, sito en las afueras de la capital francesa en el departamento de Altos de Sena,.
El vehículo en el que fueron atacados se dio a la fuga inmediatamente sin que pudieran detenerlo. Horas después, la Prefectura de la Policía informó a través de su cuenta de Twitter que se localizó al sospechoso y que los agentes tuvieron que abrir fuego para neutralizar al individuo.
Para el alcalde de Levallois, Patrick Balkany, se trata sin duda de un "ataque intencionado", pues estima que el coche del atropello estaba estacionado esperando a que los militares salieran del cuartel junto a la Plaza de Verdún, en pleno centro del municipio y ante los ojos de otros vecinos.
Este nuevo ataque, como publica el diario El País, llega tan solo tres fechas después de que un individuo, sospechoso de mantener vínculos con las redes del Estado Islámico, tratara de traspasar los controles de seguridad de la Torre Eiffel con un arma blanca con la que pretendía alcanzar a uno de los militares de la Operación Centinela, que vigila las calles del país.
El país sigue bajo una fuerte amenaza terrorista y aún bajo el Estado de emergencia, prolongado por otros cuatro meses el pasado mes de julio. Emmanuel Macron espera poder levantarlo en noviembre, dos años después de su inicio.
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