Por qué el miedo al nuevo gobierno progresista dispara los ERE y es la causante de los malos datos de empleo

Una evidencia económica es que más allá de la ralentización del PIB en nuestro país, algo estaba sucediendo en materia laboral porque los datos de empleo en los últimos meses estaban siendo muy pesimistas. Poca creación de puestos de trabajo y destrucción de muchos otros que hacían saltar las alarmas.

Pero al parecer no se debería (solamente) a la actual coyuntura económica, sino también en parte al miedo ante la llegada inminente del gobierno progresista que habían anunciado en noviembre PSOE y Unidas Podemos. Las promesas de derogar gran parte de la reforma laboral de 2012 y otras reformas económicas, como subir el salario mínimo de nuevo este 2020, habían despertado entre gran parte del empresariado nacional un clima de pesimismo.

Entre las medidas del programa de coalición presentado en diciembre por PSOE y Podemos hay puntos muy importantes para el tejido productivo nacional, como la subida del impuesto de sociedades, subida de impuestos a rentas altas, más controles laborales, la antes comentada subida de salarios... Como tambíen estaría entre esas medidas y la derogación parcial de la reforma laboral de Rajoy revisar las indemnizaciones por despido, las empresas con problemas financieros o con planes de reestructuración han querido acelerar sus despidos.

Por eso en los últimos meses de 2019 aumentaron las peticiones de ERE (expedientes de regulación de empleo), que deben autorizar las autoridades laborales pertinentes. También ha caído en cascada la contratación de nuevos empleados por las expectativas negativas y las incertidumbres ante las nuevas reformas que traería el gobierno de coalición progresista del PSOE y Unidas Podemos. Muchos empleadores han retrasado sus planes de contratación y eso se ha notado incluso en la pasada campaña de navidad, donde no se han conseguido cifras récord.

En España, desde la crisis, el empleo se recupera año tras año, pero se ha ralentizado esta mejoría desde la llegada al poder del PSOE en 2018. Esto no se debería tanto a una gestión errónea de los socialistas, sino al miedo entre el empresariado nacional a regulaciones y legislaciones que no les sean tan favorables para sus intereses. "2020 arranca con la mayor cifra de ERE desde 2014 a sus espaldas. Aunque todavía faltan los datos definitivos de cierre de 2019, hasta octubre se había despedido ya en nuestro país a través de un ERE a 24.437 trabajadores, un 54% más que en 2018", aporta por ejemplo el diario 'El Mundo', citando datos del Ministerio de Trabajo.

Además, parece que la tendencia es al alza y 2020 quedará marcada por el aumento del paro o datos de empleo muy pobres, ya que habrá más ERE en previsión de que en el futuro puedan subir los costes por despido. En nuestro país, con la actual legislación, se paga al trabajador 20 días por año trabajado en caso de despido procedente o pactado, mientras que la indemnización media en todo caso es de cerca unos 28 días, teniendo en cuenta que los trabajadores que tenían contrato previo a la reforma laboral se rigen por las legislaciones anteriores.