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La regulación publicitaria de los casinos nuevos y las apuestas deportivas

viernes 20 de diciembre de 2019, 12:43h

Las casas de apuestas y los casinos online han ganado un importante espacio dentro de la sociedad actual. La influencia del sector del juego y su volumen de facturación es tal que ya supone un 0,9% del Producto Interior Bruto (PIB) de España. El crecimiento de las casas de apuestas desde 2012, año en el que aparecieron las primeras bookies hasta nuestros días ha sido imparable y parece no tener techo.

Una parte fundamental del despegue de las casas de apuestas y de los casinos nuevos, ha sido la fuerte inversión publicitaria que han realizado estas para dar mayor visibilidad y naturalizar esta forma de entretenimiento que casa a la perfección con el espíritu competitivo del deporte. La inversión se ha triplicado, lo que ha traído como consecuencia un fuerte aumento en el número de jugadores y en los ingresos de estas empresas.

La regulación de la publicidad relativa al juego

A pesar de la popularidad de la que gozan las apuestas deportivas, son bastantes las voces que pretenden acabar con ellas. Conviene recordar que las apuestas deportivas y los casinos en línea son actividades legales reguladas por la Dirección General de la Ordenación del Juego (DGOJ), organismo dependiente del Ministerio de Hacienda. Este organismo es el que se encarga de conceder las licencias que permiten operar a las distintas casas de apuestas. La DGOJ también regula, supervisa y controla otros juegos de azar con mucho más arraigo y mucho menos cuestionados, como son las loterías -Lotería Nacional, Lotería de Navidad, Lotería del Niño…-, la Quiniela –que no deja de ser un juego de apuestas deportivas- o la Organización de Ciegos Españoles (ONCE).

La Ley del Juego, que se promulgó en 2011, hace ya 8 años, sigue vigente hoy día. Pero uno de los fallos de esta ley es que no menciona nada en lo tocante a la publicidad de las apuestas y juegos de azar. Ahora parece que, por fin, se va a legislar para controlar una marea que parece imparable. Este ánimo de legislar surge de la intención de amparar y proteger a los grupos sociales más vulnerables, como son los niños y los adolescentes.

El Defensor del Pueblo, Francisco Fernández Marugán, lanzó una serie de propuestas al Ministerio de Hacienda, del que, recordemos, depende la DGOJ, con el objetivo de endurecer la futura legislación de la regulación del juego.

Fernández Marugán ha propuesto equiparar las casas de apuestas al tabaco, una sustancia cuya publicidad está prohibida. Por tanto, el Defensor del Pueblo propone prohibir de manera total y contundente la publicidad del juego y las apuestas en medios de comunicación, radio, televisión e internet, pero plantea excluir de esta prohibición a las loterías y a las apuestas de la Administración del Estado y de la ONCE, ambas de ámbito público.

El debate está servido, ya que las empresas privadas del sector califican la propuesta como una injusticia, sobre todo, porque plantea que se produce un agravio entre las apuestas dependientes del sector público y las dependientes del sector privado.

El Consejo Empresarial del Juego (CEJUEGO), que reúne a varias empresas privadas del sector, es partidario de aplicar restricciones a la publicidad, pero no prohibiciones. Así mismo entiende que la regulación propuesta debería revisarse, puesto que defiende que se controle la actividad del juego y su publicidad, independientemente de quién la desarrolle.

La postura oficial de CEJUEGO es que siempre ha luchado por la existencia de una regulación en materia publicitaria, un déficit que ha tenido la Ley del Juego desde que entró en vigor. Una postura similar a aquella por la que optaron los estudios cinematográficos de Hollywood cuando, a finales de los años 20, comenzaron a aplicar el Código Hays, un mecanismo de autocensura para que, paradójicamente, les otorgara cierta libertad de maniobra en sus producciones.

La ausencia de una legislación publicitaria ha llevado a un contexto en el que los anuncios de las casas de apuestas deportivas son constantes y tienen una gran presencia en los medios y en las redes sociales. Algo que reconocen desde el mismo CEJUEGO, que propone las siguientes restricciones:

  • Limitar la publicidad a la franja horaria de los adultos para proteger a los menores de edad, un colectivo mucho más indefenso y permeable a los mensajes publicitarios.
  • No incluir información sobre cuotas o bonos de bienvenida o de fidelización. Se trataría de enfocar la publicidad desde otro ángulo menos agresivo y que no invite al aquí y ahora.
  • Reducir la cantidad de anuncios, en especial durante las retransmisiones deportivas. Toma como ejemplo el modelo del Reino Unido, país con una amplia tradición en el sector de las apuestas, que prohíbe este tipo de publicidad durante los eventos deportivos.
  • Prohibición de la aparición en la publicidad de personajes famosos que sean referentes y modelos de conducta para los jóvenes.

Por ahora habrá que esperar para ver cuáles son los siguientes pasos que se dan en un asunto que promete traer cola. Sea como fuere, parece que a las apuestas deportivas aún les queda mucha vida por delante.

Juego limpio y responsable

El Juego Responsable consiste en la elección racional y sensata de las opciones de juego
Se prohíbe la participación de menores y personas consideradas incapaces legalmente o por orden judicial.