"El dinero es un factor más de estrés posvacacional": la psicóloga Miralpeix da las claves para ahorrar dinero

¿Cómo nos afecta el estrés posvacacional al bolsillo?

Quizás tendríamos que formular la pregunta a la inversa: ¿Cómo afecta el “bolsillo” o la “cuesta de septiembre” al estrés posvacacional? Tendríamos que diferenciar la situación en la que se encuentra la persona: no es lo mismo un asalariado que un autónomo o un parado. En términos generales, en septiembre solemos tener más gastos. El dinero es un factor más de este estrés posvacacional.

¿Somos más compulsivos con las compras o tendemos a encerrarnos en casa?

Deberíamos evitar las compras compulsivas porque son compras innecesarias que van a complicar nuestra economía y nos van a hacer sentir mal. Antes de comprar deberíamos pensar si realmente es necesario o no, aquello que estamos viendo. Un buen sistema es hacer una lista, antes de salir de casa con lo que realmente necesitamos. Será más fácil entonces protegernos de las “tentaciones”.

¿Cómo debemos planificar nuestras compras para que los gastos del nuevo curso no descuadren nuestras cuentas?

Con la ayuda de un Excel, como si de un estado de cuentas de una empresa se tratase. Esto nos permitirá planificar los ingresos y gastos a lo largo del año. Si prevemos los gastos extras de septiembre o de cualquier otra época del año y tenemos reservada la cantidad necesaria para hacer frente a esos gastos, será más fácil resolver esa cuestión sin que se genere estrés. A la vez, será necesario tener estrategias para ahorrar. Este trabajo hecho de forma regular permitirá tener una buena salud económica.

¿Qué trucos para ahorrar nos recomienda?

Primero tenemos que analizar cómo es nuestra relación con el dinero, si tenemos una relación de abundancia o de escasez, etc. Esta relación condicionará mucho si nos resulta fácil o difícil ahorrar. Tenemos muchos sesgos mentales que nos impiden ahorrar, por ejemplo, solemos pensar que podemos gastar todo lo que ganamos. Es habitual confundir una persona ahorrativa con una persona tacaña. Otro sesgo es pensar que ahorrar poca cantidad no aporta nada. Si ahorramos poco dinero pero de forma regular, estamos generando un hábito y eso es algo muy fuerte, especialmente a medio y largo plazo y estamos modificando nuestra mente. Otro sesgo es no saber la finalidad de lo que ahorramos. El objetivo que tenemos sirve para orientar a la mente, por ello hay que pensar si ahorramos en una cuenta ahorro para la vejez, para emergencias, para invertir o para los hijos. Cualquiera de estos factores de ahorro es altamente recomendable. Algo también importante es la donación a causas benéficas. Aunque sea poco dinero es algo que la mente percibe como valioso.

• 1) Analizar qué relación tenemos con el dinero.
• 2) Escribir una lista de características de como creo que es el dinero.
• 3) Controlar con un Excel ingresos y gastos.
• 4) Crear varias cuentas en las que ahorrar si puede ser el 10% de nuestros ingresos o la cantidad que se pueda.
• 5) Una clave importante es reducir la deuda. Todas las compras a crédito menguan nuestras posibilidades de gestionar nuestro dinero. Aunque a veces es necesario recurrir al crédito o a las hipotecas, un objetivo sería intentar reducir esa deuda lo antes posible, ya que es un generador de estrés.

¿No llevar encima la tarjeta de crédito podría ser una pequeña solución?

Comprar con dinero que no tenemos nos estresa. Si llevamos encima tarjeta de crédito facilitará que nos endeudemos. Deberíamos ser muy cautos antes de usar la tarjeta de crédito. Es mejor generar patrones de prevención antes que de recuperación de la deuda.