Como ya era sabido, la falta de acuerdo en la anterior legislatura para investir a un presidente y la convocatoria de nuevas elecciones le suponía a cierto diputado un disgusto. Y es que los planes no siempre salen bien y Pedro Gómez de la Serna se queda sin la protección que le suponía ser diputado. El ex del PP, pese a ser apartado del partido, estaba en las listas de las anteriores elecciones y Génova no llegó a tiempo para evitar que fuera un diputado electo. Él recogió su acta pese al abucheo generalizado de la clase política y la opinión pública para beneficiarse de la inmunidad parlamentaria, lo que se suele conocer como estar 'aforado'.
En España, el Rey y la Reina en ejercicio (y también el monarca anterior y su esposa, tras su abdicación), su familia directa y los Diputados y Senadores, ya sean del Parlamento nacional o de alguno de los Parlamentos autonómicos, gozan de fuero propio según la Constitución. Este fuero supone inviolabilidad (no puede ser perseguido judicialmente por las opiniones emitidas en el ejercicio de su cargo), inmunidad (sólo pude ser detenidos en caso de flagrante delito, y es necesario solicitar la autorización del Parlamento) y fuero específico (sólo pueden ser juzgados en el Tribunal Supremo). Actualmente en España existen más de 10.000 aforados, aunque sólo una quinta parte están relacionadas con la política.
La Audiencia Nacional ya abrió hace meses una investigación contra De la Serna y contra el ex embajador de España en la India Gustavo de Arístegui por un supuesto cobro de comisiones ilegales mientras eran diputados. Pero De la Serna no ha dejado de ser aforado durante el periodo en el que las Cortes estuvieron disueltas antes de las elecciones del 20 de diciembre, que fue justo cuando se publicó que había cobrado esas comisiones, y tampoco lo ha estado hasta ahora. A partir del lunes comienza otra realidad para él.
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