Asociaciones y sindicatos de guardias civiles y policías, contra el ministro Marlaska

En relación con la presión migratoria que sufren las costas españolas de Andalucía, Ceuta y Melilla, el portavoz de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), José Encinas, manifestó ayer que las unidades desplegadas en las zona se sienten "desbordadas y saturadas", cuestionando lo manifestado ayer por el ministro del Interior, Grande-Marlaska, quien aseguró que la situación está "controlada" y que "en ningún caso se ha llegado al colapso".

Desbordados en todos los sentidos, sin recursos humanos no materiales #AsiNo, en #GuardiaCivil deben plantearse seriamente el incrementos de sus plantillas en unas comandancias como las de #Algeciras y #Cadiz #inmigracion #Narcotraficohttps://t.co/W543UKyvGY

— AUGC CADIZ (@AUGC_CADIZ) 29 de julio de 2018

El Sindicato Unificado de Policía (SUP) tampoco comparte la visión de Marlaska. "Si no hay colapso, la situación excepcional entonces está colapsada", señalan.

La semana pasada, Salvamento Marítimo denunció falta de recursos para las tareas de rescate. Ayer domingo llegaron a costas gaditanas 247 migrantes a bordo de 24 embarcaciones.

Se da por hecho, además, que en los próximos meses aumentará el número de desembarcos en Almería, Granada, Málaga, Cádiz y Huelva. Así consta, según apunta el diario, en una resolución firmada por la secretaria de Estado de Seguridad, Ana Botella.

EL PAÍS, por su parte, subraya hoy que, ante la creciente presión migratoria, Pedro Sánchez ha puesto a su Gabinete a trabajar a pleno rendimiento. Así, la comisión sectorial de Migraciones, a la que están convocadas todas las comunidades, se reunirá hoy lunes. Antes se reunirá la Comisión Delegada para Asuntos Migratorios que preside la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, y que fue creada hace apenas 15 días. En esta línea, el Gobierno considera que "no es justo" atribuir las llegadas de inmigrantes a un supuesto efecto llamada provocado por la acogida del buque Aquarius, como ha hecho el PP, y cree que más que de efecto llamada se podría hablar de imprevisión en los últimos años, porque hay una tendencia al alza en las llegadas desde 2013. Según fuentes del Ejecutivo, esa falta de previsión es lo que ha obligado al Gobierno actual a tomar medidas urgentes.

Además, dice de nuevo EL PAÍS, informes internos de la Unión Europea alertan de que Marruecos ha relajado el control de las salidas desde su territorio. El descontento con el apoyo financiero y logístico europeo podrían explicar en gran medida la actitud marroquí. Por ello, Bruselas trata de acelerar la respuesta y en las últimas semanas ha aprobado un programa de 55 millones de euros para gestión fronteriza en el Magreb, así como más medios destinados a España.