Aunque el viernes comenzó siendo caótico en París por el ataque masivo a los servicios de trenes de alta velocidad, la capital gala pudo disfrutar por la noche de la fiesta inaugural de los Juegos Olímpicos 2024.
Eso sí, la lluvia acabó haciendo acto de presencia y ensombreció parte de la fiesta que los franceses habían diseñado, pero la euforia y la emoción de todas las delegaciones se mantuvo intacta.
Ha sido una ceremonia atípica, pues por primera vez se ha llevado a cabo fuera del estadio y las delegaciones han recorrido París a través del río Sena.
La lluvia ha dificultado todo y por momentos parecía que todo se iba a desmoronar, pero deportistas, artistas y público pusieron todo de su parte para que el pistoletazo de salida haya sido digno de una olimpiada.
Lady Gaga y Celine Dion ponen música a la apertura olímpica
Lady Gaga hizo su aparición al principio de la ceremonia con una reivindicación de la música cabaret que animó al público en los primeros momentos de esta peculiar gala.
La cantante Axelle Saint-Cirel entonó la marsellesa desde el techo del Palacio Real, uno de los momentos de máxima emoción. Y para culminar, Celina Dion cantó en uno de los pisos de la Torre Eiffel.
El desfile recorrió los principales enclaves parisinos, volviéndose más espectacular por la noche con la iluminación de la ciudad; aunque la lluvia no cesó y deslució parte de la magia. De hecho muchos asistentes abandonaron las gradas.
Había pantallas gigantes para poder ver bien desde los asientos todas las actuaciones y los barcos de cada delegación, pero con la lluvia muchos optaron por resguardarse.
El encendido del pebetero olímpico fue uno de los momentos más espectaculares y con sello español, pues Rafa Nadal fue el segundo relevista después de que Zinedine Zidane le cediese la antorcha olímpica.
Una serie de relevos que acabó con la antorcha prendiendo un globo aerostático que ascendió al cielo parisino, momento en el que Celine Dion comenzó su actuación.
Una puesta arriesgada y muy diferente a otras ceremonias olímpicas con la mala suerte de que llovió, pero el agua no pudo con el espírito deportivo de los asistentes y de los deportistas que en las próximas semanas van a darlo todo para conseguir una medalla.
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