Lisa Montgomery fue condenada en 2007 por matar a una mujer de 23 años en 2004, la cual estaba embarazada de 8 meses y extraerle el bebé.
El niño fue recuperado sano y salvo por las autoridades, pero la madre murió desangrada.
Sus abogados argumentaron que sufría una enfermedad mental debido a abusos sexuales durante su infancia, pero no ha sido suficiente para impedir su ejecución en el estado de Indiana.
Montgomery era en estos momentos la única mujer que estaba en el corredor de la muerte.
Lisa Marie Montgomery tenía 52 años y era procedente de Kansas. Montgomery mató a la embarazada Stinnett y después secuestró al hijo nonato que ella esperaba arrancándoselo del vientre.
El 22 de octubre del 2007, el jurado encontró a Montgomery culpable de asesinato. El 26 de octubre, el jurado recomendó la pena de muerte y el juez dictó formalmente esa sentencia. El 19 de marzo de 2012, el Tribunal Supremo de los Estados Unidos negó la petición de clemencia de Montgomery.
Es la primera mujer en ser ejecutada por el Gobierno Federal Estadounidense desde 1953, aunque otros gobiernos estatales ya habían aprobado otras ejecuciones. La última, la de Kelly Gissendaner en 2015 por inyección letal en Georgia.
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