Una de las muchas cruzadas que ha emprendido Donald Trump desde su llegada a la presidencia es la de reducir la criminalidad en Washington, la capital estadounidense.
Ha tomado el mando de la ciudad amparándose en la ley de emergencia y ha desplegado a miles de soldados en las calles para minimizar la delincuencia. La normativa le permite hacerlo durante 30 días, pero ya ha anticipado su intención de alargar el proceso.
Ahora ha anunciado otra medida con la que quiere disuadir de una forma contundente: la pena de muerte.
El Gobierno pedirá la pena de muerte para todos los asesinatos
"Si alguien asesina a alguien en la capital, pena de muerte", ha avanzado el presidente estadounidense. Una medida que ha despertado controversia, pero que según Trump es necesaria.
"No sé si estamos preparados para esto en este país. Pero no tenemos otra opción", ha asegurado el mandatario ante los medios.
Como era de esperar, el anuncio ha generado controversia en una ciudad que lleva semanas militarizada.
Pese a que los datos de criminalidad de Washington son más bajos que hace años, Trump ha decidido hacer del tema de la seguridad su principal eje de acción en el país. Aunque su controvertido plan sobre la ciudad parece que está dando sus frutos, pues según los medios locales Washington lleva sin ningún asesinato desde el pasado 13 de agosto.
En Washington la pena capital está prohibida para delitos locales, pero sí es aplicable para ciertos crímenes según la normativa federal.
La gran presencia de agentes federales por la militarización de Trump ha provocado que muchos delitos normalmente menores se estén tratando ahora como federales, lo que implica una condena mayor.
Gran controversia
Desde la toma de control de Washington, se han detenido a más de 1.000 personas e intervenido 115 armas ilegales, según los datos de la Fiscal General.
Pero muchas organizaciones están denunciando que se está aprovechando la gran presencia policial para perseguir a inmigrantes sin documentación, no a delincuentes. Y es que otra de las prioridades del presidente es la inmigración ilegal, a la que intenta vincular siempre que puede con la delincuencia.
Ya hubo disturbios en Los Ángeles ante la gran presencia de agentes del ICE y las numerosas redadas para detener a inmigrantes. Detenciones en el colegio, en el trabajo, separación de familiares de manera abrupta...
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