La situación es grave y nadie lo disimula ya, pese a que algunos gobiernos, nacionales o regionales, intenta seguir con la vida normal pese a la variante Ómicron del coronavirus. La OMS acaba de dar el paso y pide formalmente cancelar todas las celebraciones familiares por motivo de las fiestas navideñas.
Así lo ha hecho en su último discurso su director, Tedros Adhanom Ghebreyesus, quien ha dicho claramente: "Es mejor un evento cancelado que una vida cancelada".
Tedros recordó que más de 3,3 millones de personas han perdido la vida a causa de la covid-19 este año, más muertes que por el VIH, la malaria y la tuberculosis combinados en 2020. Hoy por hoy no ha mejorado tanto la cosa, pese a la vacuna, porque la enfermedad se cobra alrededor de 50.000 vidas cada semana.
Explicó que hay evidencia de que Ómicron se está extendiendo significativamente más rápido que la variante Delta y que es más probable que las personas que hayan sido vacunadas o se hayan recuperado de la covid puedan infectarse o reinfectarse.
Navidades
"No cabe duda de que una mayor movilididad social durante el período de vacaciones en muchos países conducirá a un aumento de casos, sistemas de salud saturados y más muertes", alertó sobre las fiestas navideñas.
Entendió el hartazo a nivel planetario con la pandemia, pero cree que es pronto para bajar la alerta: "Todos estamos hartos de esta pandemia. Todos queremos pasar tiempo con amigos y familiares. Todos queremos volver a la normalidad".
Pidió "cancelar o retrasar eventos", porque "un evento cancelado es mejor que una vida cancelada". "Es mejor cancelar ahora y celebrar más tarde, que celebrar ahora y llorar más tarde", sentenció.
Tedros expuso que "si queremos poner fin a la pandemia el próximo año, debemos acabar con la inequidad, asegurando que el 70% de la población de todos los países esté vacunada a mediados del próximo año".
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