La ONU no deja dudas, Rusia ha cometido crímenes de guerra en Ucrania, como asesinatos, violaciones, torturas y deportaciones de niños, según un informe publicado este jueves por el organismo de investigación encargado por la propia ONU. En dicho informe se asegura que hay suficientes evidencias de las violaciones de derechos humanos cometidas por las tropas rusas. Eso sí, la comisión especial para Ucrania de la ONU no ha encontrado pruebas de que se haya cometido un genocidio en aquel país, según Erik Møse, jefe de la comisión.
La Comisión Internacional Independiente de Investigación sobre Ucrania ha denunciado a las fuerzas rusas por haber llevado a cabo ataques "indiscriminados y desproporcionados" contra Ucrania, recurriendo a la tortura, matando a civiles fuera de combate y sin tomar las medidas necesarias para salvaguardar a la población civil ucraniana.
Estos crímenes de guerra los habrían cometido las fuerzas rusas no sólo de Ucrania, sino también en territorios rusos, ha señalado la comisión internacional de la ONU.
Además, el ejército ruso y sus aliados han perpetrado crímenes contra la humanidad en la ola de ataques que se inició en octubre de 2022 contra varias infraestructuras energéticas, como también lo han hecho los responsables políticos al validar el uso de la tortura en este conflicto.
"La comisión ha concluido que las fuerzas armadas rusas han perpetrado ataques con armas explosivas en áreas pobladas con aparente menosprecio del sufrimiento y daño a los civiles", afirma el informe que se expondrá la semana próxima en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU y que se ha presentado a la prensa este jueves.
Torturas y violaciones rusas
Conforme las fuerzas rusas han ido avanzando en territorio ucraniano los asesinatos de civiles, que no tenían nada que ver con las hostilidades, se fueron multiplicando, así como su detención y confinamiento en lugares levantados con este fin tanto en la Ucrania ocupada, como en territorio ruso.
En esos sitios los maltratos se han convertido rápidamente en torturas por causas tan triviales como "hablar ucraniano" o "no recordar la letra el himno ruso", mientras que fuera de ellos las redadas de los soldados rusos en domicilios privados han dado lugar a violencia sexual o a la amenaza de utilizarla, tanto contra mujeres como hombres.
De los niños deportados a territorio ruso, los testigos que han sido entrevistados por la comisión han dicho que los más pequeños pueden haber perdido definitivamente contacto con sus familias.
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