Olla podrida
viernes 06 de marzo de 2009, 12:26h
Siempre se ha dicho, con generosidad y cierta dosis de cinismo, que los casos de corrupción política eran una excepción y que la mayoría de quienes se dedican a esta actividad pública es gente honrada, intachable, sin mácula en su ética. Pues bien, según se están poniendo las cosas, viendo la porquería que aparece un día sí el otro también, mucho me temo que llegará el tiempo donde tengamos que decir que la honradez en política es una excepción y que encontrar a una persona intachable es un hallazgo que la convierte en especie protegida.
No es una presunción caprichosa, ni un ejercicio de pesimismo sin causa, sino la posibilidad que se deriva de la oleada de sospechosos, imputados, encausados y procesados que surgen como setas en todos los territorios de la geografía española y de todas las especies políticas, es decir, de todos los partidos, y quien esté libre de pecado, que tire la primera piedra, pero con cuidado, que no la lance hacia arriba y en vertical porque la ley de la gravedad puede hacer que le caiga encima.
El garzonazo señala a muchos miembros del PP sospechosos o inmersos en una trama de corrupción. El garzonazo no se extingue sin antes apuntar nuevos nombres sobre la pizarra de la presunta corrupción, como los de tres diputados regionales del PP, entre ellos el ex consejero López Viejo, y los alcaldes populares de Pozuelo de Alarcón y Arganda del Rey, además de algún otro concejal.
Fuera de la jurisdicción y de la intención de Garzón, hoy nos enteramos de la imputación de miembros del PSOE en una supuesta trama de corrupción en Torrejón de Ardoz. Entre los imputados se encuentra la número 2 del PSOE en Madrid, la mano derecha de Tomás Gómez, Trinidad Rollán, por un presunto delito de prevaricación urbanística, que es la disciplina en la que suelen doctorarse los prevaricadores. También hay una diputada regional socialista, Esperanza Rojas, implicada en este asunto.
A esto habría que añadir los casos de imputados en distintos procesos, como el ex alcalde de Leganés y actual diputado regional socialista, José Luis Pérez Ráez, o el alcalde de Pinto, sin olvidarnos de los casos pendientes de juicio de los ex alcaldes socialistas de Ciempozuelos. El alcalde de Rivas Vaciamadrid, de Izquierda Unida, tendrá que declarar ante el juez por un asunto de malversación de fondos.
En todas partes cuecen habas, y esto es un mal general para los ciudadanos, un ejemplo deplorable, una sombra de sospecha cada vez más alargada, una tormenta que descarga por todo el territorio político y que puede llevarnos a que un día tengamos que cambiar el consabido dicho de las ovejas negras son una excepción en el rebaño y afirmar que las ovejas blancas son unas cuentas, una excepción. Esto es como guiso popular llamado olla podrida.