A pesar de que su resultado suele ser electoralmente irrelevante y políticamente contraproducente hay partidos que no escarmientan en cabeza ajena y siguen propiciando fichajes estrella para las listas electorales. Dos casos recientes: Juan Manuel Gozalo por el PP y Juan González Bedoya por IU.
No serán los últimos. La moda la impulsó Felipe González en las elecciones de 1993, aceptando al juez Baltasar Garzón como número dos por Madrid. El resultado es suficientemente conocido como para volver sobre él.
La opción electoral de Gozalo es una decisión personal de Ignacio Diego de la que hoy informará a los medios de comunicación. Una elección que ha sentado peor que mal en la organización conservadora de Camargo. En privado, porque de momento no habrá disidencia pública, se preguntan qué aporta el periodista deportivo de RNE cuya única vinculación con el municipio del que aspira a ser alcalde son algunas propiedades inmobiliarias.
Si se sabe, sin embargo, lo que pone en el haber electoral el equipo que, peor o mejor, ha desempeñado las tareas de oposición municipal frente a Ángel Duque, más tarde con Eduardo López Lejardi y actualmente con María Jesús Calva como rival. Siempre afrontando mayorías socialistas.
Ignacio Valle, el líder local del PP, confesaba no hace mucho su convencimiento de que en esta ocasión sí había posibilidades de acceder al Gobierno del municipio. Se manifestaba seguro de que el PP sería la lista más votada y de que el resto de los partidos, PSOE, PRC y ACAP, no lograrían ponerse de acuerdo para gobernar.
Gozalo, según esto, llegaría a mesa puesta. El caso González Bedoya parte de una doble necesidad o carencia, según se mire. Izquierda Unida carece de líderes y necesita notoriedad para que su exiguo número de votantes no se olvide de las siglas. González Bedoya carece de partido y necesita, más por motivaciones personales que políticas, seguir en su ‘cruzada’ contra sus antiguos compañeros de partido.
Pero ese matrimonio de intereses parece que no provoca demasiado entusiasmo en las bases de IU, sobre todo en las que provienen del PCE, con lo cual lo que aporte electoralmente el ex socialista, si es que aporta, que es algo está por ver, se perderá por el lado del partido fundador de la coalición de izquierdas. Soy de los que creen que en política los fichajes estrellas terminan por estrellarse. Ellos y los que les apadrinan. (21 de marzo de 2007)
Si (
No(
