El Ejecutivo contesta así a una pregunta parlamentaria del diputado de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) en el Congreso Joan Tardà, quien se interesaba en conocer si el Gobierno tenía previsto que la empresa estatal de correos utilice también la marca en catalán 'Correus'.
En su respuesta, el Gobierno aclara que la denominación de Correos es independiente del ámbito geográfico en el que actúe, sea nacional o internacional, y que el nombre comercial de la empresa "no admite traducción". En este punto, cita como ejemplo los casos de La Caixa, La Kutxa o Deutsche Bank.
Además, precisa que la Ley del Servicio Postal Universal atribuye el uso exclusivo de la denominación de Correos al operador al que se encomienda la prestación del servicio postal universal, y que su objeto social lo constituye la realización de otros servicios en libre competencia de mercado.
Ello supone, según el Gobierno, una ventaja competitiva al disponerse de una marca
"única, sólida y conocida en todo el ámbito de actuación de la sociedad".