El secretario de la Conferencia Episcopal de Colombia, monseñor Juan Córdoba, también criticó al presidente colombiano, Álvaro Uribe, por no haber consultado antes de empezar a negociar un acuerdo que permitirá a militares estadounidenses usar al menos siete bases en Colombia.
"Colombia tiene que aguantarse este tratamiento sucio, bajo, infantil, adolescente, inmaduro de estos presidentes, para quienes el fin justifica los medios y hacen lo que quieren y Colombia tiene que aceptar", dijo Córdoba.
El prelado dijo al informativo Noticias Caracol que ni el presidente Chávez ni Correa tratan a Colombia con altura.
Córdoba invitó a los dos mandatarios a mantener relaciones con Colombia bajo criterios de "fraternidad, con tolerancia, con respeto".
Asimismo, le dijo a Chávez "que no se meta" en los asuntos que le corresponden a Colombia.
"Que nos deje tranquilos, que nosotros lo respetamos y que si tiene que meterse que sea como caballero, de frente, sin chantajes y sin amenazas infantiles", agregó.
El secretario episcopal también criticó en sus declaraciones al presidente Uribe y anotó que, a su juicio, él debió consultar sobre el acuerdo que negocia con Washington para que soldados estadounidenses puedan usar varias bases militares colombianas.
Córdoba precisó que Uribe debió primero haber hecho una consulta y luego si "tomar una decisión. Esto fue un poquito exabrupto y todos nos sentimos como invadidos, ya sentíamos como a los gringos aquí alrededor", subrayó.
La Cumbre de la Unión de Naciones Suramericanas concluyó ayer en Quito sin un pronunciamiento común sobre el acuerdo militar que negocian Colombia y EE.UU., el cual, según el presidente Chávez, puede llevar a una guerra regional.
Colombia y Ecuador tienen rotas sus relaciones desde marzo de 2008 por un bombardeo de militares colombianos a un campamento de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en suelo ecuatoriano.
Por su parte, Venezuela congeló las relaciones comerciales y diplomáticas con Bogotá la semana pasada, por las acusaciones del Gobierno de Colombia de que se hallaron en un campamento de las FARC tres lanzacohetes que Caracas adquirió en Suecia a finales de los ochenta para sus fuerzas militares.