El presidente de EE.UU., Barack Obama, salió en defensa de su plan de reforma del sistema médico e instó a los asistentes a una asamblea popular en Nueva Hampshire a no prestar atención a los que buscan "asustar y confundir".
"Pese a todas las tácticas intimidatorias que hay por ahí, lo que realmente da miedo es el no hacer nada", dijo hoy el inquilino de la Casa Blanca ante las casi 1.800 personas que acudieron a escucharlo en el estado de Nueva Hampshire, al noreste del país.
La propuesta reforma sanitaria ha crispado los ánimos en las asambleas populares convocadas por los políticos locales que se celebran en todo el país y en las que se han registrado incluso episodios violentos entre partidarios y opositores de la misma.
Pero Obama se encontró hoy con una audiencia amistosa que no le hizo pasar un mal rato.
El mandatario señaló que pese al griterío que ha desencadenado el plan de reforma, lo que los estadounidenses necesitan saber es que si tienen seguro médico el Gobierno se asegurará de que "ninguna compañía de seguros o burócrata gubernamental" se interponga entre ellos y el cuidado que necesitan.
Los ciudadanos están divididos sobre la reforma del sistema médico propuesta por la Casa Blanca según una encuesta divulgada ayer que muestra discrepancias dependiendo de la edad, la ubicación geográfica y la raza, entre otros factores.
El sondeo publicado por el diario USA Today indica que la percepción pública sobre el tema es "compleja" en formas que desafían una fácil división entre demócratas y republicanos.
La encuesta, realizada del 10 al 12 de julio entre 3.026 adultos, muestra que dos terceras partes de los afroamericanos y seis de cada diez hispanos dicen que el objetivo clave de la reforma debería ser garantizar la cobertura médica universal.
En la actualidad, alrededor de 47 millones de estadounidenses carecen de seguro médico.
Por el contrario, seis de cada diez blancos dicen que el principal objetivo debería ser controlar los costes.
En líneas generales, la idea de controlar los costes tiene más respaldo que la de ampliar la cobertura a los que ahora carecen de seguro médico, lo que ha llevado a la Casa Blanca a empezar a describir su objetivo como "reforma del seguro médico".
Por áreas geográficas, los residentes en la parte occidental del país dicen que el ampliar la cobertura es lo más importante, mientras que los que viven en los estados del sur aseguran que lo crucial es rebajar los precios.
Obama insiste en que es urgente actuar este año, pero los que tienen seguro y gozan de buena salud no tienen prisa en cambiar la actual situación. Esos grupos constituyen, según el USA Today, la mayoría de los encuestados.
Entre las personas mayores también hay resistencia al cambio. Así, menos de la mitad de los mayores quieren que la reforma se lleve a cabo este año.
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