Nueva York, las peores tormentas de los últimos 15 años
lunes 16 de abril de 2007, 20:33h
Escenario habitual de filmes sobre desastres, Nueva York vivió ayer domingo, los estragos de una tormenta tan real como sus primeras secuelas: cientos de vuelos fueron cancelados y las zonas costeras eran azotadas por fuertes vientos y una lluvia que amenazaba con provocar las peores inundaciones en casi 15 años.
Desde temprana hora del domingo el gobierno estaba en espera de lo peor. Fueron habilitados centros de refugio en previsión de que miles de personas tuvieran que abandonar sus casas en algunas zonas costeras consideradas críticas.
Las aguas del río Este, que confluyen con un brazo del océano Atlántico, podrían invadir algunas zonas de Long Island, esa isla larga habitada por 8 millones de personas que se extiende más allá de los populosos barrios de Queens y Brooklyn, hacia la parte este de Manhattan, donde la alerta también fue lanzada.
No es la primera vez que esta zona de Nueva York es amenazada por la fuerza de un fenómeno natural. A principio de los 90 dos poderosas tormentas provocaron inundaciones y daños mayúsculos en Queens.
Una de ellas, ocurrida en el otoño de 1992, fue tan violenta que después se convirtió en una película: Tormenta perfecta, un filme protagonizado por George Clooney que narra el drama que vivieron los pasajeros de una embarcación pesquera que se extravió en las costas de Massachussets.
Ayer domingo grandes extensiones de Manhattan, Queens, Brooklyn y Long Island amanecieron bajo los efectos de una fuerte lluvia que hacia las dos de la tarde se intensificó. Algunas calles cercanas al río Este estaban desoladas, mientras los servicios de emergencia convocaban a la población a permanecer en sus casas para evitar accidentes.
El diario The New York Times reportó que más de 400 vuelos fueron cancelados en los aeropuertos Kennedy, La Guardia y Newark. El juego de los Mets de Nueva York también fue suspendido por la lluvia.
La tormenta llevó al alcalde Michael Bloomberg y al gobernador Spitzer a intervenir desde temprano, definiendo acciones en previsión de un posible desastre. El Servicio Meteorológico advirtió que se trata de una tormenta de lluvia y nieve que se extiende sobre más de 800 millas de la Costa Este y que podría propiciar las peores inundaciones desde 1992. Los meteorólogos advirtieron que este lunes el área continuaría bajo los efectos de fuertes vientos y la situación podría empeorar con la llegada de la nieve.
El gobernador Elliot Spitzer autorizó el envío de miembros de la Guardia Nacional en las zonas que podrían ser afectados por ráfagas de viento de hasta 80 kilómetros por hora.
La agencia Associated Press reportó que una persona murió en Carolina del Sur y varias familias tuvieron que abandonar sus hogares amenazados por la tormenta.