Las Cortes regionales celebraron ya un amplio y polémico debate exclusivo sobre la situación de la caja castellano-manchega después de que ésta fuera intervenida el pasado 29 de marzo. Ahora sería el turno de la opinión oficial del Ejecutivo al respecto.
Tras ello, tanto el presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, como la vicepresidenta y consejera de Economía y Hacienda, María Luisa Araújo, han manifestado en varias ocasiones que en su momento informarían en el Parlamento regional sobre este proceso una vez el Banco de España tomara una decisión.
Nadie duda de que con el apoyo del grupo socialista, no habrá ningún problema para que Barreda pueda explicar en el Parlamento la postura propia y del Ejecutivo. También, a falta de que se decida la fecha, en lo que los populares ayudarán para que sea lo antes posible, se espera que éstos discrepen de la Junta.
Unas discrepancia que no han ido muy lejos en cuanto a la valoración generalizada de políticos, grupos sociales, económicos y sindicatos respecto a esta integración. Así, el propio presidente del Gobierno regional ha adelantado que "es un muy buen proyecto en general" y, sobre todo, "que cumple con los requisitos planteados".