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El campeón Necaxa ha dado el primer golpe al corazón de un Veracruz revitalizado en espíritu con el regreso de Cuauhtémoc Blanco, pero corto en futbol dentro del inicio de la temporada de la Liga de Ascenso.
Los locales se han comido la primera derrota (1-2) de una temporada en que la directiva del equipo se ha jugado sus mejores cartas para conseguir el regreso a la Primera División.
Blanco dio el partido que se esperaba, con los chispazos de ocurrencias innatas y calidad constante. También apretó a los árbitros y contrarios. Fue el de siempre, aunque el efecto de su presencia fue mayor en las tribunas que en el rectángulo de juego.
El seleccionado nacional no está rodeado por la media de calidad que puede, o esa es la impresión que dejó la falta de movimientos y toques imprecisos del resto de los escualos, en zonas del campo en las que una mejor decisión hubiera dejado a los rojos en posiciones inmejorables ante el marco rival.
Todo el juego de los Tiburones pasa por los botines del 10 colorado, quien tiene toda la libertad en el campo, no así acompañamiento.
Este Veracruz, dirigido por Joaquín del Olmo, está muy lejos de aquel de 2004, cuando se vivió la primera era del Tiburón Blanco. El futbol se repartía entre los nombres de Braulio Luna, Kléber, Christian Giménez y Walter Jiménez, principalmente.
Este sábado, hubo poco de ese entendimiento y los escualos facturaron esas fallas en el marcador. Los problemas para los locales llegaron a los seis minutos de juego. Carlos Infante se desconcentró en el área y cometió penalti sobre Juan Carlos Mosqueda. Un minuto después, Sebastián Maz abrió el marcador.
La presión cayó de inmediato sobre los jugadores locales. La ilusión de los seguidores jarochos se convirtió en un arma en contra y ya no se levantarían. Pierre Ibarra puso el 0-2 en el electrónico del Pirata Fuente, en una gran falla de concentración de la defensa escarlata, que lo dejó solo en el área (62') para tener un remate cómodo con la cabeza y vencer al portero de casa.
De todo el Veracruz, quien está más a la altura de Blanco, por supuesto que es Walter Gaitán. El argentino es el otro conductor de los Tiburones Rojos, aunque con el 20 en los dorsales. Pero el futbol entre estos dos se terminó cuando Gaitán salió de cambio por Francisco Bravo, de un futbol más de garra.
Cuauhtémoc puso dos servicios de gol para Lucas Silva, pases que el brasileño desaprovechó para ganarse el desprecio del público. Las más clara al 64', cuando quedó solo en el área chica y mandó su disparo por encima.
Del Olmo cayó en la desilusión tras las fallas de Silva y prefirió irse al banquillo, pero Blanco intento meter al Veracruz al partido por todos los medios posibles.
El delantero puso en juego todo lo que ha inventado y hasta más para acercar a los escualos en el marcador, lo que logró al 80', cuando hizo efectivo un penalti sobre Bravo para el 1-2.
Tras la ejecución, él mismo tomó el esférico y lo llevó al mediocampo para la reanudación. El gol despertó a la afición y levantó una ovación más, pero no fue suficiente, el Veracruz perdió en la esperada presentación de Cuauhtémoc en la Liga de Ascenso.