Chávez confía en ganar dos tercios del Parlamento

Los venezolanos están convocados a las urnas para elegir ese día a los nuevos 165 miembros de la unicameral AN, dos menos que en la actual legislatura debido a cambios en la demografía nacional, en unos comicios calificados de cruciales por unos y otros, porque decidirán el avance o el freno al proceso de cambios de Chávez.

Bajo el subtítulo "¡Comenzó la batalla!", el gobernante escribió en su columna dominical "Las líneas de Chávez" que, ni más ni menos, en esas elecciones "está en juego el destino del proceso revolucionario y la vida misma de la Patria".

"Por eso mismo -prosigue- estamos obligados a obtener, como mínimo, dos tercios de la Asamblea Nacional. Se trata, entonces, de una nueva Campaña Admirable", dijo en alusión a como se conoce la ofensiva que hace dos siglos marcó la independencia de España.

Chávez recordó que el pasado jueves tomó juramento a los miembros del llamado "Comando de Campaña Bolívar, que tendrá más de 12.000 Unidades de Batalla", equivalente a "una por cada centro de votación".

"Debemos garantizar la mayor cohesión, la más férrea unidad" y, además, remata el texto sobre los comicios, "debemos lanzarnos en una Guerra a Muerte contra nuestros males intestinos: contra la ineficiencia y la corrupción".

La oposición venezolana, agrupada en la Mesa de Unidad Democrática (MUD), ha vaticinado a su vez que será el antichavismo el que obtendrá un "gran triunfo", con base en una unidad interna que en once años de gestión chavista le ha sido esquiva.

"Esta unidad es la esperanza de que sí se puede" lograr una victoria para iniciar "el cambio" político en Venezuela, dijo esta semana el secretario general de la MUD, Ramón Guillermo Aveledo.

La Asamblea Nacional está dominada actualmente por las fuerzas del oficialismo, debido a que la oposición se retiró a última hora de las elecciones parlamentarias de 2005.

Aveledo y otros dirigentes de la MUD han dicho que la mayoría que prevén obtener en la AN legislará "para controlar" a Chávez, "para evitar excesos, desviaciones" y para "reclamarle cuando no cumpla", pero el mandatario ha advertido que no duda de que buscarán el desmantelamiento de las "leyes revolucionarias" y su destitución.