La mala imagen de la SGAE

Aunque el asunto está “sub júdice”, el caso de la posible trama delictiva en la Sociedad General de Autores de España (la impopular SGAE) ha suscitado curiosidad e indignación entre los españolitos de a pie. Y la ha suscitado porque la entidad que, en teoría, protege los derechos de autor de los artistas, se ha convertido en una organización antipática y ajena a la sensibilidad de los españoles. Ayer su presidente, Teddy Bautista, y otros altos directivos quedaron en libertad provisional con cargos, imputado por tres delitos, y tienen prohibido salir de España. El proceso judicial continúa, y no tardaremos en conocer la sentencia.      Sin embargo, insistimos en la “mala imagen” de la SGAE, también  entre muchos artistas, por sus prácticas desconsideradas o abusivas, y por la obsesión de recaudar a toda costa. Recaudar, por ejemplo, en conciertos benéficos, o grabar una boda sin permiso de los contrayentes para demostrar que se estaba reproduciendo música, o cobrar en la Feria de Abril por la interpretación de “sevillanas” populares o cuyos derechos de autor han prescrito,o llevarse el 10 por ciento de la recaudación de una actuación de David Bisbal a favor de un niño de cinco años gravemente enfermo. Estas son algunas “perlas” de la famosa SGAE, verdadero azote de pequeñas salas de fiestas, de peluquerías, de representaciones de teatro aficionado, en bodas y banquetes, y hasta entre los aficionados cordobeses que representan una vez al año “Fuenteovejuna”, obra que escribió  Lope de Vega en el año 1612.     Dicen los expertos que la Sociedad General de Autores puede alcanzar acuerdos con las grandes corporaciones de radio o televisión o con las asociaciones de hosteleros, pero a los más débiles los castiga con dureza, y muchas veces injustamente y sin el menor gesto de sensibilidad. Ser débil con los fuertes, y fuerte con los débiles, es poco presentable.      Recuerdo que, con la intención de obtener fondos para “Proyecto Hombre”, para prevenir las drogodependencias o dar oportunidades de rehabilitarse a los toxicómanos, desde “Protagonistas” (y con la colaboración impagable de varias personalidades y entidades) intentamos promover conciertos musicales. Pero hubimos de desistir de esa iniciativa porque nos pareció una broma de mal gusto que el diez por ciento de la recaudación de esos conciertos, en los que los artistas actuaban “gratis total”, fuesen para la dichosa SGAE. Intentamos negociar, pero chocamos con una muralla. Y, claro, no tuvimos más remedio que arrojar la toalla, y quedarnos con los memorables partidos de fútbol en los que toda la recaudación iba directa e íntegramente a “Proyecto Hombre”, y donde nadie, desde el portero del estadio hasta el guardameta de la portería del campo, cobraban un duro.      Esperemos, en fin, lo que dictamine sobre los presuntos delitos de los directivos de la Sociedad General de Autores de España, el magistrado Pablo Ruz, de la Audiencia Nacional. Pero, no queriendo hacer leña del árbol caído, hoy la mala imagen, el lamentable y abusivo rostro de la SGAE es una evidencia. También lo era ayer y anteayer, pero hoy todo es, paradójicamente, más turbio y más claro. - Lea también: Teddy Bautista, entre enemigos y adeptos en la SGAE, que se blindará contra su presidente Teddy Bautista queda en libertad sin fianza pero con cargos El caso podría 'tocar' a Sinde    SGAE: posible desviación de fondos Auto de la puesta en libertad>> > Escuche las columnas de Luis el Olmo en vídeo: