Méndez y
Toxo, los líderes sindicales de UGT y CCOO respectivamente, andan molestos este verano con el gobierno
Rajoy porque parece que los recortes han llegado a afectarles también a ellos y ese es un despropósito que no parecen resignados a admitir.
Y, como ya se sabe, aquí "el que no corre, vuela" y "a río revuelto, ganancia de pescadores", no se les ha ocurrido mejor idea que plantear un referéndum para ver si el pueblo soberano (ese a quien, generalmente, solo se le escucha cuando lanza voces de aprobación, y no de reprobación), admite los mil y un recortes dirigidos contra todos los españoles desde el palacio de la Moncloa.
El Gobierno, según denuncia Toxo, "está gobernando en fraude democrático, con un programa que no votaron los ciudadanos", razón por la cual, también según su parecer y dadas las circunstancias, los sindicatos están obligados a contemplar la posibilidad de una huelga general.
Ya hemos fijado en estas páginas la necesidad de regular de una vez la huelga general, así es que no vamos a insistir en ello.
Tampoco es la primera vez que nuestros lectores nos han oído decir que hoy en nuestro país domina el eufemismo, sin embargo en esta ocasión vamos a traducir libremente el término posibilidad, manejado por Toxo por el de seguridad a la hora de pronosticar una nueva huelga general durante los próximos meses en nuestro país.
PreguntasEspero llegar a tiempo lanzando alguna que otra sugerencia al gobierno del señor Rajoy, por si en un momento de suprema debilidad, y en función de la continuidad y la intensidad de las patadas en el trasero de nuestra economía que nos sigan dando los mercados, don Mariano no ve más salida que la realización de ese referéndum. En ese caso, y dado el coste de la iniciativa, mayor aún en épocas de escasez como la que atravesamos desde hace más de cuatro años -aunque los sindicatos, curiosamente, no parezcan haberlas notado hasta ahora-, incluya también algunas otras preguntas que, a buen seguro, serán recibidas con alborozo por el pueblo. A saber:
- ¿Admite Vd. la posibilidad de reducir en serio el número de políticos en España, y en las diversas administraciones, como mínimo en un 50 por ciento?
- ¿Está Vd. de acuerdo con reducir drásticamente la estructura de la administración local, provincial, autonómica y del estado hasta los límites que marca el sentido común?
- ¿Está Vd. de acuerdo con eliminar todo tipo de subvención o ayuda a partidos políticos y organizaciones sindicales y patronales?
Con preguntas como estas, doy mi apoyo más efusivo a la propuesta de los líderes sindicales. Si no admiten también la inclusión de preguntas como las sugeridas en ese hipotético referéndum, va a haber que pensar muy mal de ellos.