O en el otoño, porque como ha aclarado Patxi López, luego hay que consultar a la militancia tal y como ha prometido por sorpresa Pedro Sánchez este fin de semana y, Podemos, si fuese este partido finalmente su aliado de Gobierno, hará lo mismo. Un mes empieza a parecer un plazo muy optimista y, como se sabe, el plazo para convocar nuevas elecciones sólo empezará a contar tras la primera votación.
Al relegar al PP a la oposición de una forma tan rotunda, Sánchez casi ha cerrado también la opción de Ciudadanos. Los populares ya han anticipado el ‘no’ a un gobierno del PSOE con el partido de Albert Rivera y lo mismo se espera de Pablo Iglesias y el resto de la Cámara.
Queda, por tanto, la aún lejana posibilidad de que C’s se abstuviera para evitar que Pedro Sánchez tuviera que apoyarse en los “separatistas” de ERC y Convergéncia -el PNV quizá no sea problema- tapándose la nariz ante el pacto con Podemos. Por ahora, es una quimera.
Luego sólo queda que los militantes del PSOE den el visto bueno, además de a pactar con Podemos, a aceptar la abstención, voto en blanco o ausencia de los independentistas catalanes, el verdadero meollo de la cuestión. Como se sabe, numerosos y poderosos dirigentes territoriales no lo aceptan aunque sea ‘no buscada’. Un presunto “ministerio de la plurinacionalidad” está en juego, por lo que En Comú -la rama catalana de Podemos- está ya hablando con ERC. El ministrable Mikel Domenech lo ha contado esta mañana en Onda Cero.
En el espinoso problema territorial, Sánchez ha hecho una puntualización y un guiño al PP desde la responsabilidad que se le supone a un -futuro- presidente del Gobierno: para un reforma constitucional “habrá que contar con el PP”, todo un aviso a sus posibles socios de Gobierno por si se les han olvidado las matemáticas parlamentarias. No es una puerta, pero sí a una ventana por la que mirar durante el largo mes de negociaciones que nos espera.
Empezamos de cero, ha recordado Patxi López, tendremos que creerle, lógicamente, aunque ello suponga creer que su compañero de partido Pedro Sánchez se ha lanzado a una aventura con un final más que incierto sin tener, como mínimo, algún indicio de que puede tener final feliz. Podemos Aragón casi lo estropea todo con su ‘pasquín’ con un posible ejecutivo a medias con el PSOE y con Alberto Garzón en Economía que, por absurdo, no ha tenido consecuencias. Pero ya tenemos la primera quiniela… hagan juego.
Sánchez no es un suicida y sabe que lo está tocando con los dedos. También quiere hacerle pagar a Iglesias tanto “desplante” y “arrogancia”. Y si fracasa, nadie podrá decirle que no lo ha intentado. La primera respuesta de sus dos principales interlocutores desde este miércoles ha sido, además, más que esperanzadora. Ciudadanos ha llegado a decir que es “una buena noticia” pese a recordarle que debería contar con el PP. Por algo Sánchez ha repetido al menos en un par de ocasiones esta noche que siente “un profundo respeto por los siete millones de votantes del PP”.
Un nervioso Pablo Iglesias ha comparecido por su parte antes de conocerse oficialmente la decisión del Rey para insistir por enésima vez durante el día de ayer que el líder socialista debe elegir: o ellos o C’s, pero tampoco ha hecho sangre y, posteriormente, Podemos ha asegurado que tiene “la mano tendida” al partido socialista.