El arzobispo de Santiago, Francisco José Prieto, ha alzado la voz en defensa de los migrantes y refugiados y ha tachado de "inaceptable" utilizarlos "como arma política".
En la tradicional Ofrenda al Apóstol ha defendido que estas personas han de ser acogidas "desde la legalidad y la fraternidad", ya que "ya acumulan el dolor por el desarraigo y el abuso de las mafias" y ha mostrado su "más firme condena: ni violencia racista ni criminalización colectiva".
"Aunque no podamos cambiar el mundo entero, sí podemos transformar nuestro entorno con gestos concretos: acogiendo, acompañando, compartiendo, denunciando lo injusto, sembrando reconciliación. Porque cada pequeño acto de amor cuenta", ha dicho Prieto, que también ha lanzado un mensaje de "paz" para que termine la "barbarie" en Gaza.
"Pongamos ya fin a esta dramática situación humanitaria", ha clamado, al tiempo que ha instado al fin del "sufrimiento del pueblo ucraniano en una guerra sin sentido".
Además, ha dicho "alzar la voz" también en defensa de "quien está sufriendo muy graves injusticias": "Víctimas de las guerras, mujeres esclavizadas en la trata y en la prostitución; la falta de vivienda y de un trabajo digno y seguro".
"No cerrar los ojos ante los problemas del mundo"
En su intervención ha subrayado los valores como el cristianismo, "sin el cual los valores occidentales de la dignidad, libertad, justicia y fraternidad resultan incomprensibles".
"En medio de este mundo tambaleante, los cristianos estamos llamados a levantar la mirada y a vivir desde una certeza que no viene de nosotros mismos: la esperanza que viene de Dios. No estamos llamados a cerrar los ojos ante los problemas del mundo", deja claro.
En el acto celebrado en la Catedral de Santiago el arzobispo ha realizado un discurso de fraternidad en un tiempo de "incertidumbre", ya que reconoce que "es fácil dejarse llevar por la inquietud o por el desánimo" en un momento de "guerras, crisis económicas, cambios sociales, enfermedades y soledad", unido a "los peligros de la globalización". "Encontraremos de nuevo esperanza cada vez que pongamos al ser humano en el centro y en el corazón de las instituciones", ha defendido.
En esta misa han estado presentes el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, que ha ejercido de delegado regio; el presidente del Parlamento gallego, Miguel Santalices; el delegado del Gobierno en Galicia, Pedro Blanco; y el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, entre otros.
Previamente, en la Praza do Obradoiro, la alcaldesa de Santiago, Goretti Sanmartín, ha participado en el saludo a las autoridades.
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