Una serie de audios a los que ha tenido acceso TVE revelan que la cúpula de Vox estaba informada de las irregularidades contables de la organización juvenil 'Revuelta'.
El material filtrado también demuestra que los dirigentes del partido diseñaron una estrategia para tomar el control de la asociación y evitar ser salpicados por los escándalos.
Las grabaciones corresponden a una conversación del 17 de octubre entre Montse Lluís, secretaria general adjunta de Vox, y Pablo González Gasca, uno de los líderes de Revuelta.
En el audio se escucha a Lluís decir: "Nosotros vamos a denunciar si se nos priva de poder defendernos [...] Tenemos que adelantarnos antes de que salga un titular de que Vox está metido en esto". La denuncia formal del partido, sin embargo, se presentó mes y medio después.
Defensa de Revuelta
La denuncia fue interpuesta por Arturo Villarroya, ex vicepresidente de la organización y asesor de Vox en Bruselas, quien dimitió y acusó a sus antiguos compañeros de directiva de desviar dinero destinado a las víctimas de la DANA. Villarroya llevó su denuncia a la Autoridad Independiente de Protección del Informante tras no recibir las cuentas solicitadas y asegurar que los dirigentes de Revuelta se negaban a presentarlas.
Por su parte, Revuelta, un movimiento de ideología afín a Vox y con dirigentes vinculados al partido, niega cualquier irregularidad y se defiende como una organización "limpia y transparente".
La asociación acusó este lunes a la dirección nacional de Vox de "inventarse" el supuesto desvío de fondos. Vox, por su parte, ha negado vínculos orgánicos con Revuelta, pero ha exigido "transparencia absoluta" ante los rumores surgidos en torno a las donaciones para las víctimas de la DANA.
Intento de control de Vox
Tras varios días de acusaciones cruzadas, la asociación juvenil difundió su propia versión sobre la relación con Vox. Explicaron que Revuelta nació en octubre de 2023 como una herramienta de protesta contra la amnistía, contando con el apoyo inicial del partido, si bien, manteniendo una autonomía.
La asociación sitúa el deterioro de la relación en la gestión de la DANA y en la convocatoria de protestas contra figuras políticas específicas, como Pedro Sánchez y Carlos Mazón, a quien tachan de aliado de la dirección nacional de Vox.
Según Revuelta, desde ese momento Vox habría intentado tomar el control de la asociación, utilizando las acusaciones económicas como pretexto. Para ello, se habrían apoyado en antiguos miembros y ejercido presión mediante amenazas laborales. Revuelta asegura haber ofrecido auditorías y documentación bajo confidencialidad, pero denunció un "chantaje" para liquidar la organización y una campaña judicial y mediática tras su negativa a ceder el control.
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