El Diario habla de la desintegración del país

Entre denuncias de maniobras, el rodillo parlamentario “masista” logró su propósito, recurriendo a la fuerza impuso dos consultas para avalar la cuestionada nueva Constitución Política del Estado (CPE), que fue promulgada finalmente por el presidente Evo Morales Aima, quien deja al pueblo la decisión final.

Ante esas acciones, los sectores opositores, que por su papel estéril no cumplieron desafortunadamente el mandato del pueblo boliviano, llamaron a la “resistencia civil” contra la consulta sobre el proyecto de la nueva Constitución, acusando al Gobierno de promover un “golpe a la democracia” y que la misma será denunciada internacionalmente.

Para la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB), el Gobierno Nacional y el MAS llevaron al país a un callejón sin salida y más aún con la eliminación del Poder Legislativo, como primer órgano democrático de la Nación, después de que el Congreso aprobase dos leyes para la convocatoria a referendos constitucionales y otra que anula la legalidad de las consultas de Santa Cruz y Beni para aprobar sus estatutos autonómicos.

Consideran que los bolivianos han perdido las libertades básicas, que no se puede transitar por el país sin el riesgo de perder la vida bajo la consigna de la justicia comunitaria, no hay libertad ni seguridad para realizar actividades económicas con el riesgo de ser agredidos. Los empresarios alertan que el país está en un sendero de división irreversible, por lo que responsabilizan de antemano de toda posible confrontación al Gobierno.

La bochornosa sesión congresal traspasó fronteras, por lo que la Organización de Estados Americanos (OEA), ante la delicada situación política de Bolivia, convocó al gobierno del presidente Evo Morales y a la oposición a restablecer el diálogo, tomando en cuenta que la democracia es indispensable para el ejercicio efectivo de las libertades fundamentales, la resolución de las diferencias con la búsqueda de consensos.

Otros ciudadanos, frente a esta delicada situación por la que atraviesa el país, sostienen que “Bolivia debe estar ante todo y sobre todo”. Sus habitantes deben evitar la desintegración de la Patria que nació unida con sus departamentos a la vida republicana, desterrando las posiciones divisionistas y mezquinas, impulsados por intereses de grupos políticos que sólo buscan encaramarse en el poder.