Según indica el rotativo este martes, el líder cubano delegó el poder en julio pasado a su hermano Raúl, debido a que sufría de una severa inflamación del intestino grueso denominada diverticulitis, un mal que Castro ya padecía desde hace 20 años.
Fidel sangró abundantemente del intestino, lo que apuró a su operación, indica el diario de acuerdo a fuentes del hospital Gregorio Marañón de Madrid, donde trabaja el médico José Luis García Sabrido, jefe de servicio de cirujía, quien visitó a Fidel en Cuba en diciembre pasado.
Castro habría sido operado hasta en tres ocasiones por que no cicatrizaba bien y sufría de constantes infecciones. Incluso, en la segunda operación, su estómago se "inundó de heces" y tuvieron que hacerle un ano artificial, indica la nota.
Cuando el doctor Sabrido visitó a Fidel en diciembre, se dudaba si someterlo a otra operación. Para esto, el líder de la revolucíon cubana botaba "nutrientes" líquidos a través de una herida en el abdomen, por lo que tuvo que ser alimentado por vía intravenosa.