"Quiero ser candidato de la mayoría presidencial", dijo Valls, nacido en España, tras asegurar que el Partido Socialista "está muerto". "Hay que superarlo, seamos claros, y ahora es esencial garantizar una mayoría a Emmanuel Macron", reiteró. Valls consuma así su traición a Hollande, presidente al que dejó. Además, intentó sin éxito liderar el PS francés y al caer derrotado prefirió buscar otra senda acusando al partido de estar anclado en el pasado.
Por su parte, desde la República en Marcha advirtieron de que si Valls quiere ser candidato de su partido "deberá someterse a los mismos procedimientos que el resto de candidatos" y presentar su candidatura a través de Internet, cosa que aún no ha hecho.
En otros medios también se comparte esta visión. Por ejemplo, el diario 'El País' habla de "tormenta entre los socialistas" franceses por el anuncio de Valls. Según 'El Mundo', "La 'traición' de Valls ahonda el derrumbe socialista en Francia". 'La Vanguardia' considera que la marcha de Valls "acelera el hundimiento del Partido Socialista".
Pero la lectura debe hacerse en otros país con partidos socialdemócratas claves en la política nacional. Es el ejemplo del Partido Laborista británico, ahora mismo en tercer lugar en las encuestas y en caída libre pese a la popularidad de su líder, Jeremy Corbyn, en ocasiones más cercanos a las tesis de Podemos que del PSOE. En Alemania, hace tiempo que el SPD no puede combatir a la todopoderosa derecha de Merkel y en Italia, pese a que se sigue en el Gobierno, hubo que presenciar la caída del presidente Matteo Renzi por su fallido referéndum reformista. También es en nuestro país donde muy mal lo está pasando el socialismo tradicional.
El socialismo en España
La campaña en recta final por las primarias del PSOE atenderá con atención a este terremoto en Francia y la dura reflexión de Valls sobre la "muerte" del socialismo tal y como lo conocíamos hasta ahora. Los extremos se han disparado y la izquierda rupturista adelanta cada vez más a los socialistas. Ha pasado en el país vecino con Jean-Luc Mélenchon y su partido Francia Insumisa y podría ocurrir en España en algún momento si Podemos y sus aliados superan al socialismo en futuras citas electorales.
Precisamente el último CIS daba algo de aire al PSOE, ya que volvían a recuperar por unas pocas décimas la segunda plaza en intención de voto, pero confirmaba su declive como partido de referencia del centro-izquierda, ya que Ciudadanos también se acerca a sus porcentajes de votos y Podemos prácticamente le empata. Una victoria de Susana Díaz, posiblemente, condenaría al PSOE a un futuro parecido al de Francia, al no renovar su ideario. Sánchez, que ya estuvo dos años al frente, promete llevar al PSOE más a la izquierda y no descarta un posible pacto con Podemos para lograr la investidura.
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