Este sábado se manifestaron en Barcelona entre 200.000 personas, según la Guardia Urbana, y 500.000, según los convocantes, contra el juicio del procés que ha arrancado esta semana en el Tribunal Supremo sobre el referéndum secesionista del 1-O.
'La autodeterminación no es delito' era el lema que distintos partidos y entidades independentistas enarbolaron durante su marcha encabezada por el president de la Generalitat, Quim Torra, y otros dirigentes.
Esta marcha que reclamaba la liberación de los políticos presos se produjo apenas una semana después de la concentración de las derechas en la madrileña plaza de Colón en la que PP, Ciudadanos y Vox acusaron al presidente Pedro Sánchez de haber cedido a las pretensiones de los independentistas, pese a haber roto el diálogo Moncloa-Generalitat.
En aquella ocasión, la delegación del Gobierno de Madrid cifró en 45.000 los asistentes venidos de toda España, frente a los 200.000 que sumaron los organizadores.
Precisamente este domingo estaba previsto que PP y Ciudadanos intentaran repetir la convocatoria, pero esta vez en Cataluña. Sin embargo, se anuló en el último momento tras el adelanto electoral.