Arturo González Panero, ex alcalde del Partido Popular en Boadilla del Monte, ha declarado en la Audiencia Nacional sobre la trama Gürtel en el municipio y ha implicado a la cúpula del partido, incluido el ex presidente del Gobierno, José María Aznar.
Según ha adelantado la Cadena SER, el ex regidor popular ha sostenido ante el juez que los alardes de Francisco Correa sobre sus contactos con la cúpula del PP "no eran bravuconadas" y ha señalado que él mismo fue testigo de verle en reuniones en el "hotel Fénix" acompañado del yerno de Aznar o de Rodrigo Rato, vicepresidente del Gobierno por aquel entonces.
Ha explicado que Correa era bien conocido en Génova y "entraba sin acreditarse", además, ha resaltado que tenía una "gran ascendencia en Moncloa". Según ha relatado, altos cargos del PP llamaban a Correa para "sugerir nombramientos" o para hacer cambios en los servicios del municipio. Unas 'sugerencias' que le llegaban por parte de Correa y que él le indicaba que "se tenían que hacer" y si no se hacían Correa le advertía de que "le llamarían para hacerlo".
Aznar intervino para la contratación del ex diputado Alfonso Bosch
González ha asegurado en la sala que la contratación del ex diputado popular, Alfonso Bosch, como gerente de la Empresa Municipal de Suelo y Vivienda (EMSV) vino ordenada por Aznar.
Una empresa que posteriormente fue utilizada como herramienta para establecer gran parte de las adjudicaciones irregulares a entidades "amigas" del PP.
El ex alcalde ha asegurado que fue Antonio Cámara, secretario personal de Aznar entonces, quien le llamó y (hablando en plural, ha remarcado) le instó a nombrar a Bosch porque "les interesaba muchísimo" que dado que no había entrado como diputado autonómico "tuviera unos ingresos". Tras esa conversación, ha corroborado, le nombró gerente de la EMSV.
También ha confirmado los pagos ilegales entre 2003 y 2007 tanto en la campaña electoral como en la precampaña. Ha explicado mediante un ejemplo las prácticas más habituales: desde la dirección del partido les indicaban que "iban a pagar 30 banderolas, pero que pusieran 200", pues la diferencia se "pagaba de fuera" sin factura alguna para que no les pudieran acusar de haber superado el límite de gasto electoral.
De hecho, según ha relatado, el PP también daba órdenes de "asumir los gastos electorales" de los municipios donde el partido estaba en la oposición "y no tenían la posibilidad de financiación irregular".
En definitiva, según su declaración los pagos en B eran un asunto que se trataba "con absoluta naturalidad" en las reuniones del partido.
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