Hace casi un año que el volcán de La Palma comenzó una erupción que duró 85 días y provocó graves destrozos en parte de la isla, especialmente en los municipios más cercanos como Tazacorte o Los Llanos de Aridane, entre otros.
Las coladas de lava arrasaron más de 1.000 hectáreas y dañaron más de 3.000 construcciones, la gran mayoría viviendas. Después de casi 3 meses la erupción se dio por finalizada el día de Navidad de 2021, pero los científicos no descartan activaciones.
Así lo recoge el último informe elaborado por El Comité Científico del Pevolca para evaluar la actividad volcánica de la isla. El documento advierte que desde el pasado 13 de diciembre de 2021 el volcán se encuentra en una fase post eruptiva y que por ello todavía existen algunos riesgos, entre los que se encuentran posibles reactivaciones.
Se mantienen las altas temperaturas y deformidades en la zona del cono
El informe se ha dado a conocer el domingo 11 de septiembre y los expertos recomiendan que las zonas más cercanas permanezcan desalojadas todavía.
“No hay presencia de tremor volcánico en las señales sísmicas. Sigue localizándose sismicidad superficial y a profundidad intermedia. Continúa la sismicidad relacionada con el movimiento de fluidos volcánicos. No hay deformaciones superficiales del terreno significativas relacionadas con actividad magmática”, se indica en el dossier.
Aunque detallan que en el cono volcánico todavía se mantienen temperaturas muy altas y el terreno presenta inestabilidad, así como en las colas de lava, por lo que todavía es una zona que entraña "peligrosidad", advierten.
También resaltan la importancia de medir la concentración de gases como el C02 para poder anticipar una posible nueva erupción, por lo que se han dispuesto multitud de sensores en las localizaciones más sensibles para poder evaluar los valores.
“El promedio diario de la concentración de CO2 en el aire ambiente exterior registrado por las estaciones localizadas en La Bombilla presenta un amplio rango de valores, desde inferiores a 5.000 ppm (partes por millón) hasta valores superiores a los 200.000 ppm”, señala el texto.
“El promedio diario de la concentración de CO2 en el aire ambiente interior (plantas bajas = nivel de calle) registrado por las estaciones localizadas en Puerto Naos presenta un amplio rango de valores desde inferiores a 5.000 ppm hasta 200.000 ppm. En el caso de los sótanos estos valores promedios deben ser superiores a los registrados. Se ha observado en el aire ambiente interior concentraciones anómalas de gas helio (He) que confirman el origen volcánico de los gases en interior de las viviendas", informa también el documento.
Por ello, hasta que los límites de los gases no estén en valores considerados normales, instan a mantener desalojadas Puerto Naos y La Bombilla, dejando solo acudir allí para actividades laborales.
Han decidido mantener el semáforo volcánico en amarillo por el momento tras analizar todos los datos.
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