La polémica figura del 'relator' para dar impulso al diálogo sobre el futuro de Cataluña que ha aceptado incluir el Gobierno en la ecuación para resolver la crisis catalana ha levantado ampollas dentro del PSOE. Varios dirigentes han evidenciado ya sus diferencias con Moncloa, mientras la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, cree que son fruto del desconocimiento. "El Gobierno no asume un ápice del proyecto independentista", insistió.
La figura del relator para impulsar la mesa de diálogo en Cataluña ha causado un terremoto dentro y fuera del PSOE.
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha reconocido en 'Onda Cero' que no entiende la figura del relator y propone que el diálogo se lleve a cabo en el Parlamento retransmitido por 'streaming' si lo que se necesitan son testigos de lo que se acuerda en la mesa de partidos.
Por su parte, la diputada y ex portavoz parlamentaria Soraya Rodríguez no dudó en calificar de "gran error" la figura del relator. "Ni mediadores ni relatores. El diálogo entre el Estado y una CCAA, necesita respeto a la Constitución, al Estatuto y a las instituciones", manifestó en su cuenta de Twitter.
También a través de las redes sociales expresaron su discrepancia el Presidente de Aragón, Javier Lambán, y su homólogo extremeño, Guillermo Fernández Vara.
Argumentos del Gobierno
Por su parte, la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, ha defendido la anunciada figura del 'relator' para ayudar a organizar el diálogo en la mesa de partidos para resolver la crisis catalana, negando en todo momento que se trate de un puesto trascendental. 'Ni es mediador ni es una figura internacional', sostuvo en la 'Cadena Ser'. Sin embargo, esta fórmula ha causado un terremoto interno en el PSOE.
"El Gobierno no va a estar en la mesa de partidos", insistió Calvo en rueda de prensa desde la Moncloa para aclarar que el 'relator' en ningún momento será una figura de mediación entre dos estados ni un observador internacional. Seguramente será "una personalidad, hombre o mujer, de Cataluña" para dar impulso -sin retribuir- al diálogo entre partidos en un espacio en el que deberían estar también PP y Ciudadanos por representar a una parte de la sociedad catalana, apuntó Calvo.
Asimismo, respondiendo a las críticas internas, Calvo interpretó que las "declaraciones fueron fruto del desconocimiento" y descartó la posibilidad de incluir al relator en cumbres bilaterales como se había dado por supuesto. "El Gobierno no asume un ápice del proyecto independentista", insistió.
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