La empresaria Carmen Pano ha comparecido este martes ante el magistrado Leopoldo Puente, quien investiga al ex ministro Jose Luis Ábalos en el 'caso Koldo'.
Durante su declaración, confirmó que entregó una cantidad de 90.000 euros en metálico en la sede del PSOE, en la calle Ferraz, siguiendo instrucciones del presunto comisionista de la trama, Víctor de Aldama.
Ambas testigos, Pano y su hija Leonor, acudieron a la cita judicial acompañadas de sus abogados, tal y como solicitó previamente el juez por si se determinaba su imputación, algo que no ocurrió en esta ocasión.
La empresaria reiteró la versión que ya expuso ante la Guardia Civil durante su detención en el marco del 'caso Hidrocarburos', donde tanto ella como el empresario Víctor de Aldama figuran como imputados.
En la sede socialista
Además, reveló que en su segunda visita a la sede socialista estuvo acompañada por otra persona, cuya identidad proporcionó con nombre y apellidos.
En relación a los desplazamientos hacia Ferraz, Pano precisó que la primera vez utilizó un taxi, mientras que en la segunda ocasión acudió en un Audi Q3 conducido por un amigo. Este último detalle lo mantuvo en reserva frente a las autoridades, argumentando que "la persona en cuestión no tiene nada que ver con este asunto" y solo accedió a llevarla como un gesto de cortesía.
Posteriormente declaró Leonor, hija de Carmen Pano y administradora de la empresa Have Got Time, vinculada a los pagos relacionados con el chalet situado en la urbanización La Alcaidesa (Cádiz), adquirido supuestamente como recompensa para Ábalos dentro de la trama corrupta.
"Espero que tengas pruebas, Carmen"
Tras las confesiones públicas realizadas por Carmen Pano en un medio digital sobre dichas entregas de dinero, De Aldama le reclamó explicaciones mediante un mensaje de WhatsApp interceptado. En él, expresó: "Espero que tengas pruebas, Carmen". Este intercambio tuvo lugar a finales del mes de noviembre.
Durante su comparecencia ante la Unidad Central Operativa (UCO), Carmen Pano indicó que su vínculo con De Aldama comenzó debido a una relación sentimental entre éste y su hija. En 2020, Aldama la presentó a Claudio Rivas, socio suyo y también investigado en el ámbito del fraude en hidrocarburos. Desde entonces, Rivas entregaba semanalmente cantidades aproximadas de 100.000 euros, que posteriormente Pano llevaba a De Aldama.
Dentro de este contexto, el comisionista le encargó realizar 2 traslados de 45.000 euros cada uno hacia la sede del partido socialista. Estas transacciones tuvieron lugar en la segunda planta del edificio, donde entregó el dinero a "un hombre de unos 40 años, pelo corto y ligeramente más alto que la declarante". Su descripción física aparece reflejada en el sumario correspondiente al caso Hidrocarburos, donde se documentan estas actividades presuntamente irregulares.
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