La ex presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, y su marido, Fernando Ramírez de Haro, se encuentran ingresados en un hospital madrileño tras haber dado positivo por coronavirus, tal y como ha avanzado Servimedia.
Esperanza Aguirre, de 68 años, y Fernando Ramírez de Haro, de 70, permanecen ingresados en un hospital público de Madrid para ser tratados de coronavirus, tras haber dado positivo en la prueba.
Aguirre fue ministra de Educación y Cultura entre 1996 y 1999, presidenta del Senado entre 1999 y 2002 y de la Comunidad de Madrid entre 2003 y 2012. También ejerció como presidenta del Partido Popular de la Comunidad de Madrid entre 2004 y 2016. En 2017, se retiró de la primera línea política, cuando el que fuera su mano derecha y también presidente madrileño, Ignacio González, fue detenido en el marco de la operación 'Lezo'. Aguirre dijo entonces que dimitía por no haber vigilado a González y se desmarcó de todas las acusaciones de corrupción.
En septiembre de 2019, fue imputada por el juez en la llamada trama Púnica y la Fiscalía Anticorrupción ultima el siguiente paso para que finalmente Aguirre se siente en el banquillo y sea juzgada. La ex lideresa del PP madrileño aprobó el cambio de normativa sobre publicidad que beneficiaba al PP, y se la relaciona con la comisión del 1% exigida a empresarios a cambio de adjudicaciones públicas y ejerció la presidencia de Fundescam, fundación que habría financiado irregularmente al PP.
El positivo de Aguirre llega días después de conocerse que otros destacados dirigentes actuales del PP de Madrid han contraído el coronavirus, como es el caso de la presidenta autonómica, Isabel Díaz Ayuso, y sus consejeras de Medio Ambiente, Paloma Martín, y de Presidencia, Eugenia Carbelledo, o de la ex presidenta del Congreso y diputada, Ana Pastor.
Aunque Servimedia no ha precisado el hospital en el que se encuentran Aguirre y su marido, el diario 'El Mundo' sostiene que llevan varios días ingresados en la Fundación Jiménez Díaz de Madrid. Este periódico cita a fuentes 'populares' que señalan que la ex presidenta madrileña "se encuentra bien", mientras que su marido padece "neumonía, pero no está mal".
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