En las últimas horas se ha generado en redes sociales un fuerte torrente de críticas y la sensación de estupor por el envío de la tanqueta de antidisturbios de la Policía Nacional al corazón de las protestas laborales de Cádiz.
Se piensa que es una decisión desmedida, que retrata a un gobierno progresista que no tiene dudas, creen, en echar mano de los más extremos recursos policiales, los cuales no se vieron para otro tipo de marchas, como la neonazi en el centro de Madrid o las protestas independentistas extremistas en Cataluña.
Se está cuestionando, y mucho, en concreto, la actuación de la UIP (antidisturbios) de la Policía en la localidad de Puerto Real por esta huelga indefinida de los trabajadores del sector del metal.
De hecho, ya se asegura que la vicepresidenta y ministra de Trabajo Yolanda Díaz ha pedido explicaciones a Interior y Presidencia por usar esta tanqueta en Cádiz.
Más allá de juzgar si es comparable o no la medida de protección, la presencia desde ayer de esta tanqueta en barrios obreros de la provincia de Cádiz ha generado un fuerte debate:
Si (
No(
A favor (
En contra (
.jpg "Otro caso de parejas emparentadas en la aristocracia: Irene Urdangarin y Juan Urquijo")
