Aunque era algo más que esperado y evidente, faltaba la confirmación oficial. Este martes, a apenas unos días de que el fin de semana se celebre el Congreso Nacional del PP extraordinario para elegir nuevo presidente, Alberto Núñez Feijóo ha dado el paso.
El presidente gallego confirmaba ante la prensa algo que se daba por hecho: dejará de inmediato la presidencia de la Xunta de Galicia para liderar el PP a nivel nacional, aunque es cierto que ninguna normativa o estatuto autonómico le impedía ostentar ambas labores.
En todo caso, Feijóo iniciará a partir del lunes un proceso interno en el PP de Galicia para preparar 2 tareas distintas: la renuncia como presidente autonómico ante el Parlamento gallego y la sucesión y por tanto elección de un candidato que le releve en el cargo.
Lo primero no es una tarea sencilla procedimentalmente hablando: el Estatuto de Autonomía de Galicia no contempla el proceso a seguir tras una renuncia voluntaria del presidente del Gobierno de la Xunta. Sólo contempla bajas por fallecimiento o enfermedad, además de la evidente moción de censura. Como no es ninguno de estos casos, Feijóo tendrá que renunciar a la presidencia a través de una dimisión y se espera que el Parlamento simplemente proceda a una elección por votación de sus diputados autonómicos.
Es decir, no habría convocatoria electoral ni nada semejante, así que el PP gallego tiene asegurada la sucesión al ostentar mayoría absoluta en esta cámara autonómica.
Otra cosa bien diferente es el proceso de elección del candidato. Si bien no habrá problemas para que haya otro presidente gallego del PP, no se ha detallado cómo será el proceso interno en el partido para elegir al sucesor de Feijóo. Nadie quiere decirlo públicamente, pero se espera que sea una elección a dedo de éste y que no haya una elección interna, consulta o primarias. Ni hay tiempo ni se considera una fase adecuada que divida al partido o que dé una imagen de incertidumbre ante la ciudadanía.
Quiniela de sucesores
Por eso, se espera que en cuestión de días Feijóo haga público el nombre de su sucesor o sucesora -algunos rumores apuntan a que se decantaría por una mujer, que sería la primera presidenta gallega de la democracia-. Y si bien en otras regiones gobernadas por el PP está claro quiénes podrían ser los números 2 de cada presidente en caso de una renuncia similar, en Galicia no lo está. La circunstancia especial gallega, con 4 provincias, obliga al líder a pensar en las distintas familias internas y las afinidades regionales.
Feijóo quiere dejar estabilidad en su querida tierra antes de marchar a Madrid. Allá ha conseguido 4 mayorías absolutas consecutivas con mandatos muy tranquilos para él y su partido y no quiere que ahora la falta de un líder inequívoco haga crecer a Vox o a la oposición de izquierdas. La elección no será sencilla.
El principal nombre que está circulando es el de Alfonso Rueda, un pontevedrés de 54 años que ocupó el cargo de secretario general del PP gallego. En la Xunta ha estado en puestos clave como conselleiro de Presidencia y Justicia, vicepresidente primero...
Otros nombres en las quinielas son los de Francisco Conde (vicepresidente segundo de la Xunta y conselleiro de Economía), Pedro Puy (portavoz del PP en el Parlamento gallego), Miguel Tellado (actual secretario general del PP gallego), Elena Candia (diputada autonómica, presidenta del PP de Lugo y ex alcaldesa de Mondoñedo) o José Manuel Baltar (hijo de Xosé Luis Baltar y actual presidente de la Diputación de Ourense).
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