Con el contexto de las recientes elecciones autonómicas y municipales y sus resultados tan positivos para el PP, Alberto Núñez Feijóo ya planea qué hacer tras las generales de julio.
Por ello, ante la presión recibidas en las últimas horas por Vox para conseguir presencia en gobiernos regionales y municipales, el líder 'popular' advierte a sus potenciales socios que pretende gobernar en solitario.
Feijóo ha pedido que en comunidades como Comunidad Valenciana, Aragón o Extremadura, donde no tienen mayoría absoluta, Vox permita gobernar sin exigir puestos para "no interrumpir el cambio".
En una entrevista en Telecinco, en 'El Programa de Ana Rosa', pidió a Vox que "si quiere derogar el 'sanchismo', está en posición de facilitarlo". "Espero que no se interrumpa el cambio y que nadie interrumpa lo que sale de las urnas", añadió.
"Si lo que pretende es tener una cuota de poder, tener ministerios o tener consejerías, eso es otra cosa, pero que lo digan claramente", insistió sobre la petición de Vox de participar en gobiernos donde no hay mayoría absoluta del PP. No obstante, dejó que negociaciones y conversaciones habrá, porque "no tiene ningún inconveniente en hablar con todo el mundo".
Vox está especialmente molesto porque bajo todo este contexto subyace retomar o al menos explorar el viejo proyecto de Mariano Rajoy y Susana Díaz, cuando ambos acordaron el famoso pacto para que el bipartidismo siempre se deje gobernar a la lista más votada, algo a lo nunca que plegó Pedro Sánchez y que le supuso su salida temporal del PSOE.
Ese pacto, que difícilmente se aceptará por ambas partes, supondría hacer la pinza a los partidos secundarios, de lo que quedaría como principal perjudicado Vox.
Presión desde Vox
Mientras, desde Vox se mantienen firmes. Lo ha dejado claro su vicepresidente, Jorge Buxadé, pero también su portavoz parlamentario, Iván Espinosa de los Monteros, quien ha insinuado que si no va a permitir la presencia de su partido en las instituciones, deberá plantearse entonces dejar gobernar a la izquierda.
También fue claro su presidente, Santiago Abascal, quien en redes sociales ha manifestado que "vienen días y semanas de presiones, manipulación y trampas... No aprenden que con Vox no funciona". Además, explicó que su partido no va a "aceptar chantajes".
Sin embargo, la reciente experiencia de Castilla y León parece despejar cualquier tormenta en las relaciones entre ambas formaciones de la derecha, ya que allí, en la Junta, se gobierna en coalición. Es cierto que con algunas tensiones y encontronazos, pero con la intención de finalizar la legislatura sin demasiados problemas.
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