Iglesias y su órdago final en tiempo de descuento: "Renunciamos al Ministerio de Trabajo si ustedes nos dan las políticas activas de empleo"

Pablo Iglesias comenzó a defender su voto definitivo de abstención en la investidura de Pedro Sánchez reprochando al PSOE que no hubiera querido negociar semanas ni meses antes con más contenido, sino en las últimas horas. Por eso lamentó que "es muy difícil negociar un gobierno de coalición en 48 horas".

También criticó que hubiera malas artes y jugarretas de última hora, como cambiar el título de un documento sobre propuestas llamándolas "exigencias", el cual acabó filtrado a la prensa para así señalar a Podemos como responsables de que no hubiera acuerdo.

"Queríamos competencias, no sillones", insistió. Además, sin citar el nombre, aseguró que pidió ocupar el ministerio de Trabajo porque un histórico socialista le sugirió a última hora que propusieran al PSOE esta oferta para dar su apoyo al gobierno de coalición. Pero aún, así, hizo su última propuesta: "Renunciamos al Ministerio de Trabajo si ustedes nos dan las políticas activas de empleo", lanzó sin concretar a qué se refería, algo que dejó a la bancada socialista estupefacta.

"No lleve a los españoles a elecciones y negocie con nosotros con respeto", dijo como despedida, tras una intervención muy corta para lo esperado. Estuvo menos minutos que Sánchez, Pablo Casado o Albert Rivera, por ejemplo. "Todavía estamos a tiempo de salvar esta sesión de investidura", dijo en todo caso Iglesias justo antes de dejar la tribuna de oradores.

La portavoz socialista, Adriana Lastra, en la última intervención antes de las votaciones, le recordó que las "políticas activas de empleo", las que pedía Iglesias, están transferidas a las comunidades autónomas al cien por cien, por lo que le reprochó ni conocer las competencias de un ministerio que quería dirigir.

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