En las últimas horas ha comenzado lo que podría considerarse una especie de plan B para que el PSOE logre asegurarse los votos para la investidura de Pedro Sánchez la próxima semana.
Ante la ruptura de las negociaciones con Podemos tras convocar la formación morada una consulta a sus bases que desde el entorno socialista se considera "trucada", el Gobierno en funciones estaría pensando en buscar el apoyo inesperado de partidos independentistas como los catalanes Esquerra Republicana y los vascos de Bildu, por supuesto contando con los que ya se daban por asegurados de nacionalistas y regionalistas como PNV, Compromís y el PRC cántabro.
El PSOE echa mano de calculadora y le valdría con contar con sus 123 diputados más los 6 del PNV, el diputado de Compromís y el del PRC, sumando ahora como novedad a los 15 de ERC, que además vendrían acompañados 'involuntariamente' de los escaños que tiene EH Bildu, partido que en esta legislatura se comprometió a ir de la mano siempre de sus socios catalanes de ERC.
Esto es, los socialistas tendrían con esta fórmula alternativa 150 escaños a favor de investir a Sánchez, mientras que los votos en contra alcanzarían los 155 si tenemos en cuenta a PP (66), Ciudadanos (57), Vox (24) JxCat (4 de 7), Coalición Canaria (2) y Navarra Suma (2). Como tiene más votos en contra, harían falta varias abstenciones desde Ciudadanos o desde Unidas Podemos.
La vicepresidenta del Gobierno en funciones, Carmen Calvo, preguntada por el tema, no ha descartado este miércoles la posibilidad de que el candidato socialista sea investido presidente la próxima semana con los votos de ERC, PNV, EH Bildu, Compromís y el PRC.
También sería una medida de presión para Unidas Podemos, que mantiene divisiones internas no declaradas ni hechas públicas sobre si facilitar la investidura de Sánchez para luego negociar políticas nacionales e incluso puestos ministeriales o altos cargos de la Administración.
Si (
No(
A favor (
En contra (
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