El ministro de Transformación Digital y Función Pública, Óscar López, ha tenido duras palabras hacia el presidente del Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo, por su intervención en el Congreso de los Diputados. De acuerdo con López, Feijóo "perdió los papeles" y lo calificó como "el político más sucio que ha habido en primer nivel en España".
Estas palabras se han hecho durante una visita a Almagro, en la que López iba acompañado por la delegada del Gobierno, Milagros Tolón, y el subdelegado en Ciudad Real, David Broceño. Durante la cita, López ha descrito el desempeño del PP en la política nacional, señalando a Feijóo por haber ascendiendo a su posición mediante lo que ha llamado como "una campaña de fango". También ha destacado su estrategia de confrontación, lo que, en su opinión, conlleva alianzas con la ultraderecha y una retórica basada en ataques y descalificaciones.
López también indicó que el PP está en una fase de "desesperación" y no cuenta con propuestas concretas para el país, subrayando que "lo único con lo que mantiene los puentes es con la ultraderecha". Esta falta de opciones de diálogo, de acuerdo con el ministro, es uno de los grandes problemas de la actual dirección del PP.
Respecto al PSOE, López ha defendido la integridad de su partido y del Gobierno, comentando que nunca se había enfrentado a la corrupción con tanta firmeza en la historia reciente. Como respuesta a las críticas sobre el ‘caso Koldo’, López dice que el PSOE ha encarado todos estos asuntos con seriedad y sin encubrimientos.
"Una victoria política de primer orden"
Sobre las medidas contra la corrupción que anunció el presidente Pedro Sánchez, el ministro afirma que se van a implementar "a la mayor brevedad posible" y solicitó colaboración a otras formaciones políticas para que se aprueben cuanto antes en el Congreso. Ha calificado el pleno de este miércoles como "una victoria política de primer orden" para el Gobierno.
Al final, hablando de las recientes declaraciones del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, quien defiende elecciones anticipadas o una cuestión de confianza, López ha respetado la opinión de su compañero, pero cree que se equivoca. Aseguró que la labor del Gobierno es esencial y no tendría que interrumpirse a causa de los últimos escándalos.
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