El deterioro de las relaciones entre Podemos y el PSOE de Javier Lambán en Aragón ha llevado a la formación morada a plantearse la posibilidad de un ultimátum. El partido de Pablo Echenique ha decidido dejar de hacer "oposición responsable" y someterá a sus bases si le ofrecen a Lambán entrar en el Gobierno regional como socios o quedarse en la oposición pero sin ningún tipo de compromiso hacia los socialistas. De este modo, siguen la línea dura ya planteada por Pablo Iglesias a nivel nacional tras constatar que el Gobierno regional no ha estado a la altura de sus expectativas.
Podemos Aragón no quiere esperar a ver si el PSOE a nivel nacional se abstiene para facilitar un Gobierno de Mariano Rajoy. El secretario autonómico, Pablo Echenique, ya anunció que Aragón sería uno de los terriotorios donde se revisarían las relaciones entre los dos partidos, pero ahora se ha dado un paso más debido al proceso de revisión del documento político del partido.
Entre los debates políticos a nivel interno, Podemos Aragón ha tratado la relación con el PSOE y, en concreto, con el Gobierno regional, liderado por el socialista Javier Lambán. "Se les ha dado muchas oportunidades de hacer las cosas bien y estamos decepcionados en el sentido de que las políticas sociales están llegando tarde", ha explicado el secretario político de la comunidad, Lorien Jiménez.
El dirigente ha reconocido que existe una división interna sobre cómo relacionarse a partir de ahora con el PSOE, aunque las principales posturas coinciden en considerar que el Gobierno de Lambán no ha cumplido las expectativas y que ellos no pueden seguir haciendo una "oposición responsable".
De este modo, Podemos Aragón ha decidido que uno de los puntos que se someterán a la votación de las bases sea el de decidir si plantean la oferta de entrar en el Gobierno o si pasan a ser oposición sin compromisos.
Desde Podemos Aragón han asegurado que aún no está concretada cuál será la pregunta que van a presentar a los inscritos, pero que estará enfocada en decidir cuál será el rol de Podemos en las Cortes.
Echenique ha matizado que las propuestas de explorar una entrada en el Gobierno son minoritarias y ha querido minimizar este paso, señalando que no es seguro que este punto esté en el documento que se someta a votación a las bases. De hecho, ha recordado que aunque se incluyera en el documento la posibilidad de entrar en el Gobierno y las bases votaran favorablemente, todavía se tendría que celebrar otra consulta concreta sobre una negociación ya definida.
El secretario político territorial ha asegurado que tampoco se tienen previsto qué tipo de condiciones se plantearía al PSOE para entrar en el Gobierno. Pero además ha evitado responder a la pregunta de qué pasaría si Lambán se negara a un Gobierno de coalición.
La decisión de la formación liderada por Echenique sigue la línea dura defendida por Pablo Iglesias en las negociaciones a nivel nacional. Mientras que en Aragón se optó en un primer momento por un apoyo de investidura y una relación desde la oposición, el secretario general de Podemos apostó por plantear a Pedro Sánchez únicamente un Gobierno de coalición.
Según llegó a declarar Iglesias cualquier otra fórmula que no fuera la de entrar en el Gobierno del PSOE sería un "cheque en blanco" y una rendición ante la exigencia de ser tratados como iguales. En esto hubo diferencias con Íñigo Errejón y otros dirigentes de Podemos, que sí apostaron por otro tipo de fórmulas más flexibles para lograr un acuerdo.
La relación con el PSOE será uno de los ejes que incluirá el nuevo documento político de Podemos Aragón, que se votará entre el 7 y el 9 de noviembre. De momento, la formación morada aún se encuentra en la primera fase del proceso y no será hasta la próxima semana cuando se empiecen a plasmar por escrito las diferentes posturas que se están encontrando.
El debate se ha acelerado debido a la coincidencia de la nueva situación del PSOE a nivel nacional y los procesos internos que está llevando Podemos a nivel territorial. A diferencia de comunidades como Madrid o Andalucía, Podemos Aragón decidió no renovar ya sus órganos de partido sino limitarse a revisar su hoja de ruta política para incluir novedades como la relación con el PSOE, su papel en las instituciones y la relación con actores municipales como Zaragoza en Común.
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