Sánchez se reafirma en la decisión de sustituir el delito de sedición por el de desórdenes públicos

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha asegurado este domingo que la reforma del delito de sedición es un paso adelante para la "concordia" en Cataluña y ha reivindicado la validez del artículo 155 de la Constitución si los independentistas declarasen de nuevo de la independencia.

En una entrevista que publica este domingo el periódico 'La Vanguardia', Sánchez ha rechazado que la reforma del delito de sedición -que ha sido sustituido por el de desórdenes públicos agravados, que comporta una reducción de penas de la que se beneficiarán los responsables del 'procés'- sea una concesión a ERC para garantizar su apoyo a los Presupuestos y afirmó que no busca facilitar que Oriol Junqueras pueda presentarse a las elecciones o el regreso de los huidos.

Apostamos por la concordia y la convivencia en un futuro lleno de esperanza.

Os comparto mi entrevista hoy en @LaVanguardia: https://t.co/nCGoXtY1Go

— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) November 13, 2022

"Carles Puigdemont, cuando tenga que comparecer ante la Justicia, que comparecerá, estoy seguro de ello, tendrá que rendir cuentas de los delitos cometidos en 2017", ha señalado el presidente.

Sánchez ha considerado que la situación en Cataluña "es rotundamente mejor" que hace 5 años, cuando se produjo la declaración unilateral de independencia, y ha denegado que la supresión del delito de sedición envíe el mensaje de que desafiar al Estado español salga gratis y que se esté "despenalizando lo que sucedió en 2017".

"Se tenía que haber activado antes el 155"

Según afirmó en la entrevista, uno de los principales errores del PP "fue dejar en manos de la Justicia la respuesta a esta crisis constitucional, y la principal lección es que se tenía que haber activado antes el artículo 155 y haber intervenido una situación que claramente había descarrilado con las leyes de desconexión aprobadas en el Parlament".

En cuanto al coste electoral que esta medida le puede acarrear, Sánchez echa mano de Churchill cuando dijo que los "políticos tenemos que pensar en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones".

"Pues estamos pensando en las próximas generaciones de catalanes y de españoles que no se merecen volver a sufrir lo que sufrimos en el 2017", argumentó el presidente del Ejecutivo, al resaltar que el principal cometido de cualquier dirigente "en un contexto como el actual es no polarizar".

También ha apelado insistentemente en la convivencia y la concordia a lo largo de toda la entrevista para defender la reforma planteada, explicando que no quiere que "el próximo inquilino de La Moncloa" herede la situación que el heredó de Mariano Rajoy, y reprocha al PP "que continúe utilizando la confrontación territorial como un instrumento más de desgaste político".

Respecto al futuro político de España, alertó de la "amenaza" de un cambio de Gobierno "hacia posiciones más reaccionarias, lideradas por el PP y la ultraderecha", y ha advertido de que el "bolsonarismo, el trumpismo, que por desgracia también circulan en la política española y la catalana, no son la solución", sentenció el jefe del Ejecutivo.