Conseguir una cita previa en la Seguridad Social es una misión complicada, pues se tarda ya una media de 3 meses en conseguirla.
Un plazo muy elevado que en muchos casos supone retrasos en el cobro de prestaciones tales como las pensiones de jubilación o las bajas por maternidad, entre otras muchas.
Una situación que no solo denuncian y critican los ciudadanos (quienes la sufren), sino también los propios funcionarios de la SS. Desde la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) llevan mucho tiempo advirtiendo de la situación y avisan de que se ha llegado a un punto insostenible.
Demandan al Gobierno la contratación de más personal, pues en los últimos 10 años denuncian que se han destruido cerca de 10.000 empleos, el 30% de la plantilla.
Como han explicado, el ministro José Luis Escrivá habló de la contratación de 2.500 interinos, pero desde el sindicato lo catalogan de "parche", pues se precisan, al menos, 6.000 trabajadores más.
Con la pandemia el colapso se incrementó y debido a las medidas extraordinarias en ese periodo, se instauró un sistema más enfocado a la atención telefónica y telemática, pero como resaltan desde CSIF, fue un sistema diseñado para la pandemia y ya "no da más de sí".
Este sistema provoca que "se pierdan cientos de llamadas cada día" y muchos afectados no pueden cobrar las prestaciones debido al retraso que hay en la gestión de los trámites.
Mercado negro de citas
La saturación telefónica es tal que, sumado a la dificultad de realizar algunos trámites telemáticos, especialmente para los más mayores o con menos destreza digital, ha aflorado todo un mercado negro de citas.
Conseguir cita es un trámite gratuito, pero ante la desesperación de muchos han aparecido 'conseguidores' que cobran por conseguir una cita en la Seguridad Social.
Una actividad que no es del todo ilegal, pues los gestores se dedican a estos trámites, pero el negocio está en que las personas que se prestan a ello la mayoría no son gestores, sino particulares que se lucran de la desesperación o desconocimiento de otros.
Pero dado que los afectados no denuncian esta "usurpación" porque ellos mismos han pagado por ello, hace difícil perseguir estas prácticas.
Posible huelga
Los funcionarios ya están hablando de huelga si la situación no mejora, algo que el Ejecutivo quiere evitar a toda costa.
Pero de momento las respuestas del Ministerio no han gustado y no les parecen suficientes, por lo que el paro está cada vez más cerca.
Una de las últimas medidas de Escrivá para intentar atajar la situación es la apertura de los Centros de Atención e Información de la Seguridad Social (CASI) en horario de tarde -algo no establecido en el calendario laboral del organismo-.
También se ha indicado que los tiempos de atención sean inferiores a 10 minutos, que se incrementen las atenciones por funcionario y día y que las personas vulnerables por brecha digital y los mayores de 65 años sean atendidos de forma prioritaria, aunque no hayan logrado cita.
Un plan que desde CSIF denuncian que "vulnera la negociación colectiva porque modifica las condiciones laborales de la plantilla de este organismo, aumentando su jornada laboral sin ningún tipo de compensación".
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