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Mientras, todas las bolsas del mundo están muy a la expectativa

Mientras, todas las bolsas del mundo están muy a la expectativa

lunes 29 de septiembre de 2008, 02:40h

La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, dijo hoy que pretende que esa Cámara aborde el lunes el plan de rescate del sector financiero.

"Espero que podamos tratarlo mañana", dijo en una rueda de prensa Pelosi, rodeada de otros legisladores de alto rango de su partido.

Por su parte, el líder de la mayoría demócrata del Senado, Harry Reid, afirmó que el Senado tomará el proyecto de ley "tan pronto como nos llegue de la Cámara (Baja)".

"Podemos hacerlo avanzar el miércoles como pronto", aclaró Reid. El martes no habrá sesiones en el Congreso con motivo de la fiesta del año nuevo judío.

En la rueda de prensa, Pelosi destacó como una gran victoria la introducción en el plan de un límite al salario de los ejecutivos que se beneficien del programa y de los paquetes de compensación que reciben cuando son despedidos, conocidos como "paracaídas dorados" en inglés.

"Nuestro mensaje a Wall Street es éste: 'La fiesta se ha terminado. Se ha acabado la era de los paracaídas dorados'", dijo.

El programa usará 700.000 millones de dólares de dinero público para la compra de deuda de mala calidad de los bancos.

A insistencia de los demócratas, el departamento del Tesoro tendrá que enviar una propuesta al Congreso después de cinco años para recuperar de las empresas beneficiadas el dinero que haya perdido el contribuyente con las operaciones.

"Ese fue un cambio grande, al que se resistió fuertemente la administración", explicó Pelosi.

Los líderes demócratas enfatizaron que aprobar el proyecto de ley no es un plato de gusto para ellos, pero que rechazarlo empeoraría la situación.

"Si no actuamos se paralizará la economía", dijo Reid.

El Congreso de Estados Unidos hizo hoy público el proyecto de ley sobre el plan de rescate financiero de 700.000 millones de dólares con el que su Gobierno pretende combatir el desorden en los mercados.

El proyecto, de 106 páginas, fue redactado a la carrera durante la noche y la mañana de hoy, después que los líderes de la Legislatura alcanzaran un acuerdo, sobre sus líneas generales, poco después de la media noche.

En comparación, la propuesta inicial presentada al Congreso por el secretario del Tesoro, Henry Paulson, hace una semana sólo tenía tres páginas.

La presidenta de la Cámara Baja, Nancy Pelosi, indicó que dejará un período de análisis público de 24 horas tras la divulgación del documento, lo que significa que el voto en esa cámara tendrá lugar a partir del lunes por la tarde.

Después, el proyecto será sometido a votación el Senado. De ahí, si no hay obstáculos, irá a la Casa Blanca para recibir la firma del presidente George W. Bush.

La llamada Ley de Estabilización Económica de Emergencia de 2008 mantiene el objetivo central del programa del Gobierno: el uso de un máximo de 700.000 millones de dólares para comprar deuda de mala calidad.

No obstante, incluye nuevas cláusulas negociadas por los legisladores de ambos partidos.

En lugar de poner a disposición del departamento del Tesoro los 700.000 millones de dólares de una vez, los fraccionará.

El Gobierno podrá usar 250.000 millones inmediatamente y otros 100.000 millones, si el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, determina que los necesita.

El Congreso puede retener los otros 350.000 millones si no está satisfecho con el desempeño del programa.

Los demócratas también lograron introducir cláusulas para la protección del contribuyente.

El proyecto establece un consejo de supervisión del programa, que incluirá al presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, y al presidente de la Comisión del Mercado de Valores, Chris Cox, entre otros altos cargos.

Además, los contribuyentes recibirán derechos de compra de acciones (warrants), con lo que se beneficiarán si las empresas que reciben la ayuda se recuperan.

El Gobierno también limitará los ingresos de los directivos de las compañías participantes en el programa.

Los jefes de empresas en quiebra no podrán recibir beneficios multimillonarios cuando son despedidos y que se conocen en el argot financiero estadounidense como "paracaídas dorado".

El Gobierno también elevará los impuestos a empresas que paguen a sus directivos por encima de 500.000 dólares al año.

El secretario del Tesoro podrá renegociar los términos de las hipotecas que adquiera para ayudar a los propietarios de viviendas con problemas para pagar las letras a fin de evitar el desahucio.

El proyecto también incluye una cláusula exigida por los republicanos de la Cámara, los más reacios a apoyar el programa.

Esa disposición da al secretario del Tesoro la opción de requerir que los bancos compren seguros para cubrir su cartera de títulos vinculados a las hipotecas.


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