El vicepresidente económico, Pedro Solbes, lleva, esta mañana, a la reunión semanal del Consejo de Ministros las propuestas para intentar solucionar la crisis financiera en España que, a juicio del Presidente, “no existe”, pero que hay que prevenir. Las dos medidas son, de sobra conocidas y han sido debatidas ampliamente por diversos sectores de la sociedad. Sólo hace falta saber cómo se va a articular la distribución de esos 30.000 millones para que lleguen a su destino final: préstamos para familias y empresas con el objetivo de dinamizar una economía que, en cualquier caso, entrará en recesión este trimestre y pasará su particular desierto el año que viene, según las previsiones del Fondo Monetario Internacional.
De momento, el Gobierno sólo ha conseguido el apoyo del Partido Popular en lo referido a la ampliación del Fondo de Garantía de Depósitos hasta los 100.000 euros. Pero en lo que respecta a los 30.000 millones de euros que el Tesoro va a poner en disposición de las entidades financieras, el PP pone reparos por considerar que no existen garantías suficientes de que tal cantidad llegará a sus verdaderos destinatarios, las familias y empresas. Se ha pensado en la creación de una comisión de seguimiento pero no se ha concretado tal detalle.
Además, aunque Bruselas ha dicho que este sistema de ayudas no supone colisión alguna con las normas de la UE en materia de competencia, España remitirá a la Comisión Europea el texto correspondiente para que se dictamine si existen “ayudas de estado”.
De todas maneras, y según pasan las horas, los analistas advierten que el sistema deja de considerar efectivas este tipo de medidas. Ni la inyección de 700.000 millones de dólares en Estados Unidos para rescatar los activos contaminados, ni las inyecciones de liquidez de los principales bancos centrales surten efectos positivos y los mercados siguen respondiendo negativamente. Ahora han sido las bolsas asiáticas las que se han dado el batacazo, y la apertura de las europeas se prevé desastrosa.
Y es que lo que en 1929 fue un solo día “el martes negro”, en 2008 se ha convertido en un “octubre negro”. No pasa un solo día en que los resultados de los mercados de valores pongan los pelos de punta a más de uno. La catástrofe des de tal magnitud que hay quien está pensando en que habrá que construir un nuevo modelo económico una vez se haya logrado apagar el incendio que asola la economía mundial.
Si (
No(
