Un crimen por encargo

El espectacular caso del crimen por encargo que ha conmovido a los chilenos, se ventiló este lunes en el Octavo Juzgado de Garantía de Santiago, donde la jueza Alicia Rosende determinó un plazo de 90 días para investigarlo, de acuerdo a lo solicitado por la Fiscalía Oriente de la capital.

María del Pilar Pérez López, conocida por sus vecinos como “la Quintrala”, fue formalizada como autora instigadora de robo con homicidio en contra del joven ingeniero Diego Schmidth-Hebbel y robo con homicidio frustrado contra su cuñado, Agustín Molina.

El sórdido caso culminó el pasado martes 4 de noviembre con la muerte de Diego Schmidth-Hebbel, quien intentó impedir el paso a José Ruz, un sicario y autor confeso del crimen del ingeniero. Ruz reveló que él sólo quería entrar a la vivienda en cuya puerta se encontraba el joven, para asesinar a Agustín Molina. Por ese crimen iba a recibir 30 millones de pesos.

La mujer que aparece ahora como la inspiradora del homicidio, permanecía en el hospital El Salvador, tras intoxicarse con una fuerte dosis de antidepresivos. Los médicos la dieron de alta luego que los fiscales a cargo de la investigación determinaran que podía comparecer ante el tribunal correspondiente para efectuar la diligencia.

Cubierta con una sábana blanca, engrillada en una camilla y entre los gritos de "asesina" que le lanzaron los testigos a la salida del recinto asistencial, la tía de María Belén Molina, novia de la víctima e hija del cuñado de la imputada, fue conducida bajo fuerte custodia de Gendarmería hasta el Centro de Justicia para la imputación de los delitos.

Agustín Molina, la supuesta víctima del odio de la mujer, afirmó al conocer la decisión de la jueza que su cuñada "es el diablo en persona". Agregó que espera "justicia, nada más".